JESÚS Y JONÁS* McGARVEY –i-viii

 Obsequio a la Biblioteca por el autor William Henry Green

JESÚS Y JONÁS

POR J. W. McGARVEY

Presidente del Colegio Bíblico, Lexington, Kentucky

1896

I.             RESEÑA DE UN SIMPOSIO SOBRE LAS OBSERVACIONES DE NUESTRO SEÑOR RESPECTO A JONÁS. II. RESEÑA DEL PROFESOR DRIVER SOBRE EL LIBRO DE JONÁS.

II.             III. ¿ES INCREÍBLE LA HISTORIA DE JONÁS? IV. LOS TRES DÍAS Y LAS TRES NOCHES. POR J. W. MCGAEYEY, PRESIDENTE DEL COLEGIO BÍBLICO, LEXINGTON, KENTUCKY. CINCINNATI, O.

III.           THE STANDARD PUBLISHING CO., EDITORIAL DE LITERATURA CRISTIANA

AL EMINENTE HEBRAISTA,

 PROFESOR, WILLIAM HENRY GREEN

 DE PRINCETON,

RECONOCIDO LÍDER DE LA ERUDICIÓN ESTADOUNIDENSE A LO LARGO DE TODA UNA GENERACIÓN

EN LA DEFENSA DE LA BIBLIA

CONTRA LAS CRÍTICAS DESTRUCTIVAS,

ESTA DEFENSA DE UNO DE SUS LIBROS MÁS PEQUEÑOS, ESTÁ CON SU APROBACIÓN Y AGRADECIMIENTO.

JESÚS Y JONÁS* McGARVEY –i-viii

PREFACIO.

El contenido de este volumen, con excepción de la disertación sobre Los Tres Días y las Tres Noches, se publicó originalmente en el Departamento Crítico del Christian Standard. Se republica de forma más permanente a petición de numerosos lectores y con la esperanza de que así tenga una mayor difusión.

Si logran que alguien aprecie más la inimitable historia de Jonás y tenga una fe más firme en las palabras de Jesús, cumplirán el propósito para el cual se realizaron ambas publicaciones.

 El Autor.

Marzo de 1896.

INTRODUCCIÓN.

POR EL PROFESOR WILLIAM HENRY GREEN, SEMINARIO TEOLÓGICO DE PRINCETON.

 La actitud del Señor Jesucristo hacia el Antiguo Testamento es motivo de gran vergüenza para quienes lo reconocen como un Maestro Divino, pero no concuerdan o aceptan sus opiniones sobre este tema.//=hacia el Antiguo Testamento//

El dilema reside en reconciliar la singularidad de su persona como Hijo encarnado de Dios, la singularidad de su pretensión de reverencia y confianza implícitas, y su suprema autoridad como Maestro Divino, con la admisión de//algunos// que estaba o podría estar equivocado en alguna de sus enseñanzas, o de que alguna vez dio su aprobación a los errores o equivocaciones de otros. La dificultad que crea su testimonio sobre otras partes del Antiguo Testamento se repite en igual medida en el lenguaje que utiliza con respecto al Libro de Jonás. El intento de salvar su autoridad minimizando la fuerza de sus palabras no puede ser aceptable para él ni puede responder a su propósito erróneo. No hay razón para desacreditar el Libro de Jonás, a menos que se encuentre en el contenido del libro mismo.

 Los sucesos extraordinarios y sobrenaturales aquí relatados no pueden ser declarados increíbles por quien cree en la realidad de los milagros registrados en otras partes de la Biblia, a menos que su naturaleza sea tal, o la ocasión sea tal, que justifique a alguien afirmar que son meros fenómenos de poder sin un fin digno, meros prodigios, tan fuera de analogía con toda verdad, que es totalmente insupuesta la posibilidad de que Dios pudiera o quisiera haberlos obrado.

 Pero ¿cómo puede alguien aventurarse a tal afirmación en vista del hecho de que el Señor Jesús habla de ellos sin sugerir de ninguna manera que fueran incompatibles con el carácter de Dios, y que incluso pone el más maravilloso de ellos en relación con su propio y estupendo milagro de resurrección de entre los muertos, uno como señal para los ninivitas, el otro para los hombres de su propia generación?