martes, 28 de octubre de 2025

ALMA EN LAS PLANTAS Y ANIMALES*GENTRY* 1-3

 VIDA E INMORTALIDAD

 O ALMA EN LAS PLANTAS Y ANIMALES

POR THOMAS GENTRY

AUTOR DE "HISTORIAS DE VIDA DEL ESTE DE PENSILVANIA", "EL GORRIÓN COMÚN", "NIDOS Y HUEVOS DE AVES DE ESTADOS UNIDOS", "APELLIDOS FAMILIARES", ETC

“Dios jamás apagará su divina chispa, ya sea que brille en algún orbe glorioso, o que ilumine la tierna mirada del spaniel, que guía a su pobre amo ciego por el laberinto de este mundo oscuro; y cuando la tarea termina, duerme en su humilde tumba, para no despertar nunca más. A. de Lamartine.

 FILADELFIA

1897.

A TODOS LOS SERES HUMANOS QUE SON BUENOS Y AMABLES HACIA LAS MÁS HUMILDES CRIATURAS DE DIOS

ESTE VOLUMEN ESTÁ DEDICADO CON MUCHO CARIÑO POR EL AUTOR.

«Mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.» Conozco todas las aves de los montes, y mías son las fieras del campo. — Salmo 1:10

ALMA EN LAS PLANTAS Y ANIMALES*GENTRY* 1-3

PREFACIO

Nada es más encantador para la mente humana que el estudio de la Naturaleza. La religión, la moderación y la magnanimidad se han integrado en su ser interior gracias a sus enseñanzas, y su influencia ha rescatado al alma de la oscuridad.

El hombre ya no se arrastra en el polvo, buscando, como un animal, la satisfacción de deseos bajos y viles, como solía hacerlo, sino que, con las alas del pensamiento, puede remontarse hasta las mismas puertas del Cielo y estar en comunión con Dios.

Aunque fue creado "un poco menor que los ángeles", sin embargo, mediante el poderoso juego de fuerzas que han estado actuando en el mundo, y que nosotros, en la segunda mitad de este siglo iluminado, apenas comenzamos a reconocer y comprender, ha sido elevado del fango de la degradación y colocado en un nivel social, intelectual, moral y espiritual superior. A partir de lo animal, en el esquema de la Deidad, debe elaborarse el sistema espiritual de las cosas, y no lo animal a partir de lo espiritual. Este mundo natural, por así decirlo, es la materia prima de lo espiritual. Por lo tanto, donde el hombre puede comprender lo espiritual, debe comprender lo natural. Aunque su conocimiento inicial se centraba en cosas materiales, o en lo que respecta a los fenómenos naturales, a partir de esto, a través de los siglos, se ha construido, poco a poco, esa cumbre de conocimiento, intelectual y moral, que, si se dirige correctamente, lo llevará a la comunión con la Deidad.

 «Así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial», o, Señor del cielo.

Por lo tanto, al considerar el inmenso bien que el estudio y la investigación de la naturaleza han logrado, no sorprende en absoluto que la literatura sobre el tema esté en notable ascenso. La ciencia natural promete ser, en grado preeminente, la búsqueda del hombre venidero.

No hay fin a los libros que se han escrito sobre el tema durante las últimas décadas, no solo por especialistas, sino por hombres y mujeres bien informados que se han vuelto plenamente capaces de contemplar con comprensión el mundo que los rodea.

 Nuestras bibliotecas abundan hoy en día en libros que son las herramientas de las ciencias naturales. Michelet y Hugh Miller, en su época, abrieron nuevos y gloriosos mundos a una generación emergente, y esa generación ahora realiza una excelente labor inspirada por el impulso que recibió entonces. Tait, Balfour Stewart, Dawson, Gray, McCook. La Sra. Thompson, Scudder, Treat, Olive Thorne Miller y otros han contribuido en gran medida a mantener el interés, el placer y el entusiasmo despertados por aquellos primeros escritores, e incluso los propios Darwin y Huxley, al detallar sus experimentos, no han desdeñado poner sus ideas al alcance de mentes más estrechas.

 Pero en la popularización de las ciencias naturales, nadie ha hecho más que el reverendo J. G. Wood en sus numerosas obras. Sus escritos no solo han despertado en miles el gusto por el estudio de la naturaleza, sino que también han sido un medio para cultivar la observación, despertar el entusiasmo y dirigir el esfuerzo hacia la investigación y el descubrimiento originales.

Ciertamente, nadie, como atestiguan sus numerosos escritos, poseía un mayor acervo de conocimientos sobre los poderes y capacidades de los animales inferiores que este autor.

Pocos conocían a nuestros animales domésticos mejor que él, y nadie era más capaz de juzgar el estatus mental y moral que deberían ocupar en el mundo animal.

Es cierto que hombres y mujeres eminentes en teología, literatura y ciencia habían expresado su creencia en la idea de que los "poderes y capacidades latentes" de los animales inferiores podrían desarrollarse en una vida futura, pero nadie se había sentido lo suficientemente seguro de esta creencia como para justificar más que una o dos reflexiones pasajeras sobre el tema.

El obispo Butler, en su "Analogía de la religión", sin duda creía que los animales inferiores eran capaces de una vida futura.

 Al hablar de ellos en este contexto al comienzo de su obra, dice: «Se dice que estas observaciones son igualmente aplicables a los animales brutos; y se considera una dificultad insuperable que sean inmortales y, en consecuencia, capaces de la felicidad eterna. Y esta forma de expresión es a la vez odiosa y débil; pero lo que se pretende con ella no supone en realidad ninguna dificultad, ni desde el punto de vista natural ni moral». Refiriéndose entonces a los poderes y capacidades subdesarrollados de los llamados animales brutos, el obispo no veía ninguna razón por la que no pudieran alcanzar su desarrollo en una existencia más allá de la vida terrenal.

Fue siguiendo esta misma línea de pensamiento que el reverendo J. G. Wood fue llevado a exponer, en una obra titulada "El hombre y la bestia aquí y en el más allá", que los animales inferiores poseen esas características mentales y morales —los atributos de razón, lenguaje, memoria, responsabilidad moral, altruismo y amor— que admitimos en el hombre como pertenecientes al espíritu inmortal, y no al cuerpo perecedero.

 EL ASNO QUE  LLEVÓ MÁS QUE EL UNIVERSO MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS “

 “— ¡Increíble! ¡Maravilloso!—dijo Susana, seguida de Sarah Elizabeth.

— ¿Se dan cuenta, mis niñas, de lo extraordinariamente implícito en este relato?—

Además Plateadito, había sido visitado por un ángel;  la noche anterior;  quien le había comunicado que Dios tenía un planeta especialmente para todos los animales buenos, y que pronto iría a disfrutar de verdes  pastizales, y abundantes aguas. Proseguía diciendo el mensajero celestial, que lamentablemente en los  siglos venideros, millones de  niños,  iban a ser repudiados desde el vientre de su madre; y que estos niños al llegar al cielo, allá les darían todo el amor que les negaron sus madres. Dentro del plan de Dios, estos bebes, tendrían que crecer y desarrollarse hasta llegar a la madurez, tal y como sucede aquí en la tierra. En “horarios” especiales, los ángeles asignados, llevarían a pasear a los niños a un planeta especial, de verde y majestuosas montañas, de ríos y fuentes de agua cristalina. Allí podrían estar en plena armonía con las criaturas del Señor.  Gacelas, caballos, vacas, águilas, y allí  estaría el borriquito Plateado, para que los niños jugasen con él. Por supuesto nuestro querido asnito, estaría más que feliz de llevar  sobre sí  a los niños, y de llevarlos por caminos y praderas.

—El asna dijo que Balaam la había azotado específicamente tres veces, lo cual lleva sobreentendido que ella diferenciaba que no había sido una, ni dos, ni cuatro, sino tres veces que la habían azotado,   me maravillo también igual que ustedes, al reflexionar que un animal de regular tamaño de cerebro, pueda comprender ciertas cuestiones sobre matemáticas y lenguaje—,expresó el tio Daniel.

—¿Quieres hacernos creer, que los animales, como los caballos, vacas, y perros, pueden comprender por lo menos,  principios elementales, que el hombre domina muy bien? —Preguntó Ricardo ”-EL ASNO QUE  LLEVÓ MÁS QUE EL UNIVERSO MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS “

 Habiendo despejado previamente las dificultades que ciertos pasajes del Antiguo Testamento aparentemente interponían, y habiendo demostrado que las Escrituras no niegan la vida futura a los animales inferiores, concluyó con mucha naturalidad que, dado que el hombre espera conservar estas cualidades en la vida futura, hay razones para suponer que podrán compartir su inmortalidad en el más allá, así como en el presente son partícipes de su naturaleza mortal.

HASTA QUE PUNTO son los irracionales capaces de generalizar él sentido de las palabras? Por ejemplo: ¿la palabra «mesa, » significa para un perro algo que no sea un objeto determinado con el cual tiene asociaciones especiales ?
El ama de un perro perdiguero inglés llamado Topper acostumbraba darle un hueso, siempre en la cocina, e invariablemente le decía: « ¡Topper, a la mesa! » Y al punto Topper se iba a roerlo
debajo de la mesa.
Cierto día estaban varios amigos de visita en la sala, y Topper se apresuró a meter el hocico en las envolturas de los caramelos y bombones que habían estado comiendo. « i Topper, a la mesa!» le ordenó inmediatamente el ama con la intención de que se fuese a lamer sus papeles debajo de la mesa de la cocina.

 En vez de hacerlo así, el perro se dirigió a una mesita debajo de la cual apenas cabía, se escurrió entrando de grupa, y empezó a saborear allí sus golosinas.

 Evidentemente, la palabra «mesa» significaba // comprendia en su mente// para ese perro, no tan sólo la mesa de la cocina, sino cualquiera otra. A invitación mía, la señora llevó a Topper a mi laboratorio. Le di al perro un hueso y ella le ordenó: « ¡Topper, a la mesa!»

El animal sin vacilar se metió debajo de una mesa de laboratorio. Hicimos la prueba con mesas de diferentes formas y tamaños. Topper iba siempre a echarse debajo de la más cercana, y nunca debajo de una silla o en un rincón.
Semanas después, la señora me contó este caso. Había ido con Topper al prado que se extendía a espaldas de la casa. El perro desenterró un hueso. «¡Topper, a la mesa!» dijo ella, llevada por la fuerza de la costumbre.

 En un extremo del prado, donde casi no podía verse, había una vieja mesa rústica que Topper ya conocía, y debajo de ella fue a echarse a roer su hueso. Selecciones del Reader´s Digest

¿TIENEN ALMA LAS PLANTAS?
  POR JAMES LINCOLN COLLIER
Condensado del "Sunday Sun", de Baltimore
¿ Que es absurdo pensarlo? Sí ; tal vez. Sin embargo ...

“La resistencia eléctrica que opone cualquier parte del organismo humano —la palma de la mano, por ejemplo—, cambia cuando el individuo sufre una tensión emocional.
¿ Cómo explicar lo que acababa de ocurrir ? "
Backster está hoy seguro de que, en efecto, asustó a la planta al decidir quemarla. Si tiene razón (y no le faltan pruebas de ello, muy interesantes), las plantas no sólo son capaces de sentir, sino que también pueden captar verdaderamente el pensamiento de los humanos. Es decir, según la teoría de Backster, si nos preocupamos realmente por nuestro jardín, ello puede contribuir en forma vital a conservarlo verde y próspero.
Posteriormente descubrió Backster que sus plantas reaccionaban a él en especial, sin duda porque era él quien las cuidaba. Por ejemplo, comprobó que si en su ausencia dejaba las plantas conectadas a un polígrafo, reaccionaban a él, incluso a distancia. "Si estoy lejos de mi despacho y de pronto decido regresar, noto que la aguja del aparato saltó en el momento en que resolví hacerlo, como he podido comprobar con ayuda de mi cronógrafo. O bien, si me he visto en peligro de ser arrollado por un automóvil, la gráfica del polígrafo acusa considerables oscilaciones"

. En uno de éstos se ordenaba a su tenedor que diera muerte a una de las plantas; es decir, que la arrancara de cuajo, la hiciera trizas y la aplastara con el pie. El que recibió esta orden le dio cumplimiento, pero nadie sabía quién era el "asesino". . . salvo la otra planta. Luego Backster conectó un polígrafo a la segunda planta, que había sido "testigo del crimen", y fue presentado a la planta cada uno de los seis voluntarios. Sin vacilar, la aguja del polígrafo saltó cuando el "asesino" fue llevado ante la planta.
Sería fácil hacer burla de las ideas de Backster acerca de la facultad que tienen las plantas para comunicarse con otras formas de vida, pero sucede que otros hombres de ciencia dicen que quizá Backster haya descubierto algo importante. Entre ellos hay que citar al Dr. Aristide Esser, siquiatra del Hospital del Estado en Rockland, de Orangeburg (Nueva York). El Dr. Esser y sus colaboradores, Thomas Etter, físico, y Douglas Dean, químico del Colegio de Ingeniería de Newark (Nueva Jersey), llamaron a una señora con quíen venían haciendo experimentos. La señora llegó con un filodendro que ella misma había plantado y al que había regado y cultivado con solícita atención. Los científicos conectaron un polígrafo a la planta e hicieron a la mujer una serie de preguntas, a algunas de las cuales ella respondió con mentiras. Como en los experimentos practicados antes por Backster, el polígrafo reaccionó como si estuviese conectado a la persona objeto del estudio. "Desde luego,- no queremos precipitarnos a formular conclusión científica alguna", dice Dean, "pero la planta parece responder a la persona que la cultivó con esmero". Esser, por su parte, añade: "Cuando oí hablar por primera vez de los experimentos de Backster, me hicieron reír; pero he tenido que cambiar de opinión".

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