HOMBRES Y MENTES AL AIRE LIBRE
WILLIAM L. STIDGER
NEW YORK
1920
HOMBRES Y MENTES AL AIRE LIBRE* STIDGER *18-22
El autor agradece a los editores la autorización para citar lo siguiente: extractos de John Muir, concedidos por Houghton Mifflin Company; los párrafos sobre Brashear, el astro, concedidos por American Magazine; los versos de Robert Service, concedidos por Barse & Hopkins; «Trees»*, de Joyce Kihner, concedido por George H. Doran Company; y la descripción de la tormenta en el capítulo sobre «tormentas», extraída de «The Land of ToMorrow»*, publicado por George H. Doran Company, y a Luther Burbank, quien concedió al autor una entrevista y le permitió citar los párrafos del capítulo sobre este gran científico
CAPÍTULO I
LOS ÁRBOLES DE LA BIBLIA
"Creo que nunca veré un poema tan hermoso como un árbol." Un árbol cuya boca hambrienta se aprieta contra el dulce pecho de la tierra; "Un árbol que mira a Dios todo el día. Y levanta sus frondosos brazos para orar; « Un árbol que, en verano, puede llevar un nido de petirrojos en su pelo; "Sobre cuya nieve mensual ha reposado; Que vive íntimamente con la lluvia. Los poemas los hacen tontos como yo. Pero solo Dios puede hacer un árbol."
Así escribe Joyce Kilmer, quien murió en los campos de batalla de una Francia despoblada.
Y seguramente Dios debió de sentir un gozo al crear árboles; un gozo como el que siente un poeta al componer poemas a su manera; y seguramente Dios debió de querer llamar la atención del mundo hacia sus árboles y sus lecciones espirituales,
Domingo, 19 de noviembre de 2023
Lunes, 29 de febrero de 2016
El más bello poema en lengua inglesa inspirado por la primera guerra
mundial
EN LOS CAMPOS DE FLANDES
POR BERNARD RAGNER
EN 1915, durante la segunda batalla de de Ypres (Francia),
el coronel John McCrae, oficial de sanidad militar del Ejército
canadiense, escribió con lápiz las tres
inmortales estrofas de In Flanders Fields ("En los campos de
Flandes") en una hoja arrancada dr un cuaderno de despachos. Envió el
poema anónimamente a la revista londinense Punch,
cuyo diiretor, reconociendo su valor literario, lo publicó. Como por arte de
mágia, aquellos versos se leían poco tiempo después en todos los confines la
Tierra.
"Este poema nació literalmente del fuego y la sangre durante la etapa más encarnizada de la batalla , escribe el mayor general E.W. B. Morrison, jefe de McCrae. "Mi cuartel general estaba en una trinchera, en lo alto de una de lasmárgenes del canal de Ypres, y el puesto de primeros auxilios de John se hallaba instalado en otra, al pie de la misma orilla. Ambos habíamos visto muchas veces, en los 16 días que duró la batalla, a los capellanes en el acto de enterrar a los muertos cada vez que había una pausa en el fuego. A menudo oíamos por la mañana a las alondras cantar en las alturas, entre el estallido de las granadas y- el tronar de los cañones de la batería que teníamos al lado. Y veíamos que las cruces iban formando filas y más filas, hasta formar un cementerio bastante grande".
Después de 1915, las cruces de madera fueron remplazadas por lápidas de granito. Cerca de ellas se alza un monumento en que aparecen tallados algunos versos del poema. El mismo McCrae está sepultado en Wimereux, en Pas-de Calais (Francia). Cada año, el 11 de noviembre, Día del Armisticio, los funcionarios del municipio y el vicecónsul británico efectúan una breve ceremonia junto a su tumba, sobre la que desparraman amapolas rojas.
EN LOS CAMPOS DE FLANDES
En los campos de Flandes crecen
las amapolas
fila tras fila, entre las
cruces que marcan nuestras tumbas,
y en el cielo aún vuela y canta la valiente
alondra
su voy, apagada por el fragor de los
cañones.
Somos los muertos. Hace pocos días vivíamos,
palpábamos auroras,
el rojo del crepúsculo, amábamos,. éramos amados; y
ahora yacemos en los campos de Flandes.
Contra el enemigo proseguid
nuestra lucha;
tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos exangües:
¡Es vuestra para que la alcéis bien alto!
Si faltáis a la fe de nosotros los muertos
nunca descansaremos,
aunque florezcan en los campos de Flandes las
amapolas.
— JOHN MCCRAE
pues tantas veces en el Libro de los libros las pone en los corazones de quienes hablan y escriben sus palabras.
Y así, Dios creó sus árboles no solo para que fueran útiles a la humanidad con su alimento y sombra, sino también para enseñarle verdades espirituales.
La Biblia, de principio a fin, está llena de árboles. La Biblia es como una gran autopista desde el principio de los tiempos hasta el final del Apocalipsis, y a lo largo de esa gran autopista, desde la Costa Atlántica del Génesis y la Creación hasta la Costa del Pacífico del libro del Apocalipsis, The Bible, from beginning to end, is full of trees. The Bible is like a great highway from the beginning of time until the end of Revelation, and all along that great highway from the Atlantic Coast of Genesis and the Creation, to the Pacific Coast of the book of Revelation, shadipg the humanity that walks its myriad way, feeding and comforting, are trees — ^trees of every kind.
hay árboles —árboles de todo tipo.
Algunos de los árboles de Tierra Santa, por donde Cristo caminó y en Siria ,son: Tamarisco, naranja, limón, cítricos, arce, zumaque, moringa, acacia, almendra, cereza, ciruela, manzana, pera, espino, olivo, abeto, olmo, morera, higuera, sicómoro, nogal, aliso, palo fierro, avellano, roble, haya, sauce, álamo, ciprés, pino saltador, tejo, cedro, picea, palma.
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