LOS PURITANOS INGLESES
JOHN BROWN
CAMBRIDGE
1910
LOS PURITANOS INGLESES *BROWN* 1-2
Con la excepción del escudo de armas al pie, el diseño de la portada es una reproducción de uno utilizado por el impresor más antiguo conocido de Cambridge, John Siberch, en 1521.
PREFACIO
La obra que se presenta al lector pretende ofrecer, con un alcance moderado y a la luz de las investigaciones recientes, la historia del auge, crecimiento y declive de ese movimiento puritano que, durante cien años, afectó de forma tan vital el curso de nuestra vida racional. Se propone un término medio. Se han publicado monografías históricas que tratan partes separadas del movimiento; y también se han publicado historias conexas del mismo en su conjunto; pero las monografías eran necesariamente fragmentarias e incompletas; y, por otro lado, las historias conexas eran demasiado elaboradas y, por lo tanto, demasiado extensas para lectores con poco tiempo disponible, pero que, sin embargo, deseaban obtener un conocimiento bastante fiable del tema.
Se espera que este pequeño libro pueda, en cierta medida, satisfacer las necesidades de los lectores de este tipo.
El tema merece atención, ya que el puritanismo tuvo importantes repercusiones tanto en la vida religiosa como en la historia constitucional de la nación. Fue, ante todo, de carácter religioso.
Los primeros puritanos no tenían opiniones políticas, pero sus opiniones religiosas se tradujeron en resultados políticos.
Borgeaudl ha demostrado que la democracia moderna es hija de la Reforma, no de los reformadores.// es decir no de los reformadores individuales, Lutero, Calvin…etc, sino del Pensamiento, de la idea, del ideal // Porque en la Reforma, las dos palancas utilizadas para quebrantar la autoridad de la Santa Sede fueron la libre investigación y el sacerdocio de todos los creyentes; y estos dos principios contenían los gérmenes de la revolución política que se ha producido.
Hicieron de la comunidad el centro visible de la Iglesia y del pueblo el factor principal de la vida social. Por estas razones, la historia de los puritanos ingleses merece ser conocida desde dentro y de forma tan coherente como lo permitan las limitaciones de espacio. J. B.
HAMFSTEAD, 20 de junio de 1910
EL ORIGEN DEL PURITANISMO
El puritanismo, como término descriptivo reconocido, comenzó a usarse, según nos cuenta Thomas Fuller, alrededor del año 1564.
Pero así como hubo reformadores antes de la Reforma, también hubo puritanos antes de lo que se ha llegado a considerar, en un sentido especial, el período puritano. Pues el puritanismo no era tanto un sistema organizado como un temperamento religioso y una fuerza moral, y al ser tal, podía entrar en combinaciones y alianzas de diversos tipos.
Puede aplicarse con justicia a Wycliffe y a los lolardos, así como a los reformadores protestantes posteriores; a Hooper y Latimer en la época de Eduardo VI, así como a Cartwright y Travers en la de Isabel; a algunos que permanecieron dentro del ámbito de la Iglesia inglesa y a otros que se separaron de ella.
El nombre no se limitaba a los presbiterianos y congregacionalistas, pues había obispos que podían describirse como claramente puritanos; tampoco debía identificarse con el sistema de doctrina calvinista, pues el arzobispo Whitgift, firme oponente de los puritanos, era, como muestran los Artículos de Lambeth, un creyente en la predestinación en su forma más extrema. El término también llegó a tener un significado tanto político como eclesiástico.* Mientras que en el siglo XVI se refería a los hombres empeñados en llevar la Reforma protestante a un nuevo nivel,
en el siglo XVII se convirtió en el nombre reconocido de aquel partido en el Estado que luchaba por los derechos y libertades constitucionales del pueblo frente a las usurpaciones de la Corona. Y aún no hemos enumerado todas las posibles aplicaciones.
Lo que un antiguo escritor llama «esta palabra de reproche»
El término puritano se aplicaba con desdén a hombres considerados ingenuamente precisos en cuanto a formas y ceremonias;
también se aplicaba con seriedad a algunos de los grandes nombres de nuestra historia y literatura: Cromwell, Milton, Baxter y Bunyan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario