SE ESCUCHA EL CANTO DE LA TÓRTOLA

  La voluntad de Dios para ti siempre es algo gozoso y hermoso.

¡Y es Lo más maravilloso del mundo!

ENCUENTRA Y UTILIZA TU PODER INTERIOR

EMMET FOX

AUTOR DEL SERMON DEL MONTE

DEDICADO

A todos los hombres y mujeres del mundo, que creen que la voluntad de Dios es la libertad, la salud y la armonía, y que estas cosas se pueden lograr aprendiendo las leyes de la vida y aplicándolas.

 EL CONOCIMIENTO ES PODER.

UTILIZA TU PODER *FOX* 9-13

DIFUNDIENDO LA VERDAD*

 Transmitir el conocimiento de la Verdad a otros siempre se ha considerado uno de los medios más eficaces para el propio desarrollo espiritual. En las antiguas escuelas de Sabiduría, era un deber aceptado y considerado obligatorio para todos.

Jesús mismo nos dijo: «Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones» y «Este evangelio debe ser predicado primero a todo el mundo».

En esta época, cuando prácticamente todo el mundo sabe leer y escribir, la circulación de folletos y panfletos  es una de las formas más eficaces de difundir la Verdad. Una declaración escrita es impersonal. No plantea argumentos. Nunca es inapropiada, porque el receptor esperará a estar listo para leerla. Se puede repasar varias veces con tranquilidad si no se comprende fácilmente a la primera. No hay nada más útil para el prójimo, y también para ti mismo, que poner en el camino de alguien más alguno de los libros de la Verdad que te han ayudado personalmente.

Esta práctica, en palabras de Shakespeare, “es doblemente bendita. Bendice al que da y al que recibe”.

 Escuchemos una parábola moderna: John Smith compró un libro de la Verdad. Se lo entregó o se lo envió por correo a su amigo, el Sr. Brown, quien sabía que estaba pasando por un momento difícil. Brown quedó profundamente impresionado con él —estas ideas eran bastante nuevas para él—.

** *Ver Quince Puntos en Poder a través del Pensamiento Constructivo.

** llevaba el librito en el bolsillo, seguía las instrucciones dadas e hizo una hermosa demostración. Estaba tan entusiasmado que le mencionó el tema a un colega de negocios, Jones, lo presentó durante el almuerzo con su propio ejemplar y escribió para que le dieran un nuevo ejemplar esa noche. Jones, en realidad, no estaba realmente interesado. Tomó el librito simplemente por cortesía, miró la primera página y lo tiró. Estaba a punto de romperlo, como era su costumbre al desechar documentos, pero la atractiva cubierta lo detuvo y lo dejó a un lado ileso.

Su taquígrafa, la señorita Robinson, lo encontró entre la basura y, gustándole su aspecto, se lo llevó a casa y lo estudió detenidamente. Estaba decidida a aplicarlo a un problema personal que le estaba haciendo la vida imposible en ese momento, y, con métodos inusualmente sencillos y directos, lo demostró en tres días. Luego envió su copia por correo a su hermano, que vivía en una ciudad lejana. Durante años, él había anhelado una religión viva, y, brevemente, el folleto le cambió la vida. Naturalmente, él mismo procedió a difundir la Verdad a su manera, al igual que cada uno de los demás en la cadena. En esta parábola, vemos que John Smith, con un solo acto, se convirtió en el medio para bendecir a un buen número de personas (de la mayoría de las cuales nunca había oído hablar), y que los buenos resultados de ese primer acto continuaron indefinidamente.

 Hasta que la gente no conozca la Verdad, esta no puede liberarla.

La Paloma

 En la oración o el tratamiento, lo que importa es el pensamiento, no las palabras. Las palabras son solo una indicación del pensamiento.

Algunas personas descubren que la idea correcta se desarrolla con mayor facilidad cuando se usan muchas palabras, y, por supuesto, estas personas deberían usar tantas como consideren necesario. A otros les avergüenza la dificultad de encontrar muchas palabras, y en ese caso, dos o tres frases son suficientes.

Era un hombre conocido que se curó de la tuberculosis con la única afirmación: «Dios es Amor».

 Por supuesto, reflexionó sobre ella con inteligencia hasta que comprendió por completo el significado de esas palabras.

 Todos recordamos la historia de Alí Babá y la cueva. A menos que se supiera la palabra exacta, era imposible abrir la puerta. El pensamiento podía ser el preciso, pero a menos que se pronunciara la palabra exacta «sésamo», la puerta permanecía obstinadamente cerrada. ¿Cebada? ¿Trigo? ¿Grano? —¿Grano? — No . Sésamo era la palabra mágica, y ninguna otra cosa servía.

 Ahora bien, en el tratamiento es exactamente lo contrario. No es la palabra, sino el pensamiento lo que cuenta.

Mientras el pensamiento sea correcto, podemos usar cualquier lenguaje que nos resulte útil.

Nuestros tratamientos son oraciones, no conjuros.

 A menudo conviene prescindir por completo de las palabras, pues interfieren y generan un peligroso momento de retraso.

Cuando Dios visita a su pueblo, es su deber darle la bienvenida de inmediato y experimentarlo, no intentar formular definiciones intelectuales. Nunca debemos hacer esperar a Dios. En cuanto la comprensión, que es 12 LA PALOMA Emmanuel*, se presente; palabras: deja de “trabajar” en ese mismo momento y aprovéchala.

Si pospones esto por un instante, descubrirás, cuando lo busques, que la Paloma se ha ido de nuevo, y tendrás que esperar a que regrese.

«¡Ábreme, amor mío;
hermanita,
palomita virginal!
¡Mi cabeza está empapada de rocío!
¡El rocío nocturno me corre por el cabello!—
—«Ya me he quitado la ropa;
¡tendría que volver a vestirme!
Ya me he lavado los pies;
¡se me volverían a llenar de polvo!»
Y oí que mi amado llamaba a la puerta

Mi amado metió la mano por el agujero de la puerta.
¡Eso me conmovió profundamente!

Entonces me levanté para abrirle a mi amado.

 De mis manos y mis dedos cayeron gotitas de mirra

 sobre el pasador de la puerta.
¡Al oírlo hablar
sentí que me moría!
Abrí la puerta a mi amado,
pero él ya no estaba allí.
Lo busqué y no lo encontré,
lo llamé y no me respondió.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
25Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,
26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
27Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

Y eso puede llevar bastante tiempo. A veces la gente dice: "Voy a dedicarle media hora a este caso", o quizás: "Voy a repasar los Siete Aspectos Principales de Dios".

 Es excelente, pero si sucede que después de tres minutos, o al terminar el segundo Aspecto, la Paloma se posa, recíbalo al instante con los brazos abiertos. Pensar: "Primero terminaré mi tratamiento" es rechazarlo.

Esta sensación de la Presencia real de Dios es, por supuesto, el tratamiento perfecto;

 el fin para el cual todas nuestras afirmaciones son solo medios

. Vio los cielos abiertos y al Espíritu descender como una paloma sobre él (Marcos 1:10). *Mateo