Lunes, 19 de noviembre de 2018
“HISTORIA DE LA CONQUISTA DE LA PROVINCIA DE EL ITZA
REDUCCION, Y PROGRESOS DE LA DE EL LACANDON,
Y OTRAS NACIONES DE INDIOS BARBAROS, DE LAS MEDIACIONES
DE EL REYNO DE GUATIMALA, A LAS PROVINCIAS DE YUCATAN, EN LA AMERICA SEPTENTRIONAL
ESCRIBELA
DON JUAN DE VILLAGUTIERRE SOTO-MAYOR,
ABOGADO, Y RELATOR, QUE HA SIDO DE LA REAL CHANCILLERIA DE
VALLADOLID:
Y AHORA RELATOR EN EL REAL, Y SUPREMO CONSEJO DE LAS INDIAS
Y LA DEDICA A EL MISMO REAL, Y SUPREMO CONSEJO “
nunca fué impresa la segunda PARTE que el autor ofreciera, “fué hecha
en Madrid, en 1712
Pero venciendo dificultades, salieron el hermano betlemita, Juan de Santa María, y Don Diego Bernardo del Río, y con ellos los indios D. Ambrosio Méndez, D. Juan Basilio, y Francisco Díaz, principales de Santa Eulalia, y los otros cuatro, que dije de San Mateo, que todos estos llevaban á bien, y esforzaban lo posible esta entrada, y acometieron los imposiblesque los otros ponderaban, rompiendo por ellos, á costa de mucho trabajo,y descubrieron paso, por donde se vadeó tres veces el río.
Y después de vadeado la última vez, se dió en una milpería vieja; y de allí adelante, parte por panojales, muy crecidos, y parte por arboleda, sumamente espesa, por lomas y cuchillas, siguiendo el río abajo, fueron abriendo camino, la distancia de legua y media; después de la cual, se dió en otra milpería vieja, donde había un platanal pequeño, á orillas de un arroyuelo. Era el nombre de este sitio, en aquel idioma, Icalá, y se le puso el de la limpia Concepción ; y allí se asentó aquel día nueve, á la noche.
El siguiente día se empezó á caminar, inclinándose algo hacia la parte del Norte, subiendo por una serranía de arboleda, muy espesa, abriendo siempre camino (que no le había) pues cuando mas, se dejaban ver, y registrar algunas sendas, por las cuales se iban guiando los que iban abriendo el camino,que eran siempre los que ya he dicho; y á distancia de legua y media, se bajó á un arrollo, que tenía un salto de agua pequeño, antes del paso; y esta bajada de la serranía, es por ladera muy empinada; de suerte, que todos la bajaban á pié, y sueltas las caballerías, como así mismo á la subida por ser también agria. Y pasado este paso, se andubo otra legua más á caballo, cerro arriba, por montañas, y breñas; y al fin de ella se hizo mansión, para pasar aquella noche.
La mañana siguiente, primer domingo de cuaresma, celebró allí misa el padre provincial Rivas, y comulgó el corregidor, el padre misionero Fray Mateo de Figueroa, el hermano betlemita, y otros de los españoles. Y á este sitio que en el idioma de los indios se llamaba Tipench, que quiere decir, golpe de agua (por el salto del río pasado) se le cristianó poniéndole el santo Nombre de Jesús.
Habiendo dado gracias á Dios,'acabada la misa, se levantó de aquel sitio, y se prosiguió la marcha, inclinándose al Oriente, y subiendo siempre, hasta distancia de dos leguas, por la misma especie de arboleda.
Y habiendo llegado á la cima, y caminando por llano, por cuchilla, como distancia de media legua, se halló una cruz, ya vieja; pero bien formada, y en pie; y el camino abierto duró lo que la cuchilla, hasta empezar á bajar. Bajóse como dos leguas, abriendo siempre camino; porque ya se había perdido el abierto de la cuchilla.
Llegóse á un paraje de milperias antiguas, cerca de un río grande pedregoso, donde se hallaron algunos ranchos viejísimos, que los cubría el panojal, y era un sitio plano; después del cual, se bajaba cosa de dos cuadras, y luego se proseguía llano, cosa de un cuarto de legua, hasta llegar al río, poblado de arboleda, espesa, y breñosa.
Este sitio, dijeron los indios, que era antiguamente el socorro de sus hambres, porque en faltándoles el maíz en las tierras altas, por los hielos, se iban á sembrar á aquel paraje, por ser de tierra fértil, y que acudía á los cinco meses con el fruto del maíz. Y en este sitio hay algunos zapotales,( Después de la región fria de Santa Eulalia, Soloma y San Mateo Ixtatán, se llega al territorio de tierra caliente en el valle de de San Ramón,y anexos de Barillas, Huehuetenango) y por su fertilidad se llamaba, en aquel idioma, Lapoconop, que quiere decir lugar de tierra buena. Púsosele por nombre San Pedro Nolasco, y allí se pasó aquella noche, y el día, y noche siguiente, por haber llovido, y no haberse podido caminar.
Hasta este paraje era lo más á que se habían estendido los indios cristianos de la Verapaz antiguamente, aunque ya lo habían desamparado, mucho había, por el temor de los lacandones; y habiendo cesado el agua, se levantó de este sitio, y se fué buscando camino, por una loma muy alta, que mira al Norte, por sobre la cual se anduvieron tres leguas; y á la primera legua,antes de llegar á la cuchilla, se encontró un edificio antiguo, de cal y canto, el cual se subía por gradas al rededor, y encima del edificio estaba un ídolo, de más de media vara de alto, en forma de león, sentado; y aunque se reconoció, que no estaba frecuentado, por estar sucio, y no haber señales de humerios, ni rastro de pies, se quitó de allí, se hizo pedazos, y se conculcó; y en el sitio donde estaba, se colocó una cruz, muy grande, que fué de todos adorada; se bendijo el lugar, y edificio, al cual se le puso por nombre Nuestra Señora de Belen.
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