VIENTOS REFRESCANTES DEL ESPIRITU *MATHESON*7-10

VIENTOS REFRESCANTES DEL ESPIRITU

GEORGE MATHESON

LONDRES

1890

(Pastor y escritor, quedó ciego desde su adolescencia)

SUSURROS

VIENTOS REFRESCANTES DEL ESPIRITU  *MATHESON*7-10

IV

 LA CONDESCENDENCIA DEL ESPÍRITU.

"Lo he cultivado con el espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda habilidad, para idear obras ingeniosas, para trabajar en oro, en plata y en bronce." —éxodo. xxxi. 3-4

¿Para qué un propósito tan bajo? Llenar a un hombre del Espíritu para idear obras ingeniosas, para inspirarlo con sabiduría, entendimiento y conocimiento, con el único fin de que pueda trabajar en bronce y hierro, parece una conclusión lamentable e impotente.

 Podría entender que un hombre fuera inspirado para enseñar, podría entender que fuera inspirado para profetizar, podría entender que fuera inspirado para vivir una vida// a favor del prójimo//; pero llenarlo del Espíritu para el día a día de la vida, para inspirarlo con la intención de realizar deberes aparentemente los más serviles y profanos, ¿no es esto una degradación de la fuente de aguas vivas? No; es una elevación. La gloria de todo espíritu reside en su poder para manifestarse en las cosas más pequeñas.

 ¿Cuándo es el poeta, un poeta perfecto? Es cuando puede tejer el espíritu de la belleza en todo, extraer enseñanzas de las piedras y libros de los arroyos// que corren libremente por la montaña//

Así sucede con Tu Espíritu, oh mi Dios. Su triunfo es su esfera más baja: su resplandor ante los hombres. Nunca se manifiesta tanto como cuando aparece en su aparente opuesto.

 El tesoro celestial nunca demuestra su omnipotencia con tanta fuerza como cuando reside en la vasija terrenal; es belleza revelada en la deformidad, es paz que subsiste en la tormenta, es fuerza perfeccionada en la debilidad, es vida manifestada en la muerte. Espíritu de Cristo, Espíritu que te has encarnado en el bronce y el hierro de este mundo, vengo a Ti. ¿A quién puedo acudir sino a Ti para encontrar lo que necesito? Lo que necesito no es aislamiento del mundo; si así fuera, el espíritu del Brahman me bastaría. Es poder para trabajar en el mundo, fuerza para servir en los deberes cotidianos. Por tanto, Espíritu de la Encarnación, inspírame para las labores de la carne.

Vivifícame //impártame tu fuerza para soportar // las fatigas de la calle polvorienta y el bullicioso mercado.

Anímame para los problemas de la bolsa, la oficina de contabilidad y el taller. Capacitame para soportar las cruces y las pérdidas que aguardan en los tratos entre los hombres.

Ayúdame a consagrar mis ganancias al servicio del amor, a la elevación de la humanidad, a la liberación de los que están atados. Así me haré amigo de las riquezas de la injusticia, así reclamaré para Ti lo que el mundo ha reclamado para sí. La encarnación de Cristo se completará cuando /7 hayas llenado mi ser /7 , asé{i como hayas llenado el bronce, la plata y el oro