MOMENTOS EN LA MONTAÑA
GEORGE MATHESON
LONDRES
1891
(Pastor y escritor, quedó ciego desde su adolescencia)
MOMENTOS EN LA MONTAÑA *MATHESON*1-4
PREFACIO.
Hay dos motivos que nos han influido en la producción de este librito. Hemos buscado, por un lado, proporcionar ayudas para la devoción, ya sea para uso familiar o individual, y por otro, brindar sugerencias al estudiante que aspira a ser predicador. Quizás se piense que estos dos objetivos son incongruentes, y sería demasiado esperar que en ambos hayamos tenido éxito; sin embargo, la devoción no es la ausencia de pensamiento, y el pensamiento no es necesariamente la ausencia de devoción. En cualquier caso, la presencia en la mente de dos objetivos tan reaccionarios puede haber tenido el beneficioso resultado de preservar estas meditaciones, ya sea del defecto de ser demasiado abstractas o del pecado de ser demasiado poco profundas.
G. M.
Manse, Innellan, 1884-
MOMENTOS EN EL MONTE.
MOMENTOS DE QUIETUD
. "Y oyeron la voz del Señor Dios que entraba." en el huerto al fresco del día."—Gén. 3
Solo en el frescor del día puedo oír tus pasos, Dios mío.
Tú siempre estás caminando en el jardín.
Tu presencia está presente en todas partes y siempre; pero no es en todas partes ni siempre que puedo oírte pasar.
La carga y el calor del día son demasiado fuertes para mí.
Las luchas de la vida me emocionan, las ambiciones me perturban, el brillo de la vida me deslumbra; todo es trueno, terremoto y fuego.
Pero cuando estoy en calma, percibo tu suave y apacible voz, y entonces sé que eres Dios.
Tu paz solo puede hablar a mi paz, tu descanso solo puede ser audible para mi calma; la armonía de tus pasos no puede ser escuchada por la discordia de mi alma.
Por eso, a tiempo quisiera estar a solas contigo, lejos del calor y la batalla. Quisiera sentir el aliento fresco de tu Espíritu, para que pueda refrescarme una vez más tras la lucha.
Quisiera ser abanicado por las brisas del cielo, para que pueda retomar el camino polvoriento y el doloroso sendero. No para evitarlos vengo a ti, sino para poder soportarlos con mayor perfección.
Hazme oír tu voz en el jardín, al fresco del día.
MOMENTOS SIN EGOISMO
Y el Señor cambió la cautividad de Job cuando oró por sus amigos." —Job 42.
Solo en momentos de altruismo soy libre.
La cadena de hierro que me ata es el pensamiento de mí mismo y de mis propias calamidades; si tan solo pudiera liberarme de eso, mi cautiverio cambiaría en una hora. Si, bajo la sombra de la nube, pudiera recordar que la sombra de la misma nube se cierne sobre mi hermano, su sombra destruiría la mía. En el momento de oración por él, mi carga caería //de mi espalda//. La buscaría, y ¡he aquí!, no la encontraría; sería como si no hubiera existido.
Tú, Divino Espíritu del olvido de sí mismo, Espíritu de Cristo, Espíritu de la Cruz, solo en Ti puedo encontrar esta libertad.
Libérame de mí mismo, y en lugar de la cadena de hierro, dame una cadena de oro. No es la cadena lo que me abate, sino el material del que está hecha; no es el dolor lo que me aprisiona, sino centrar el dolor en mi propia vida. Ayúdame a cargar con las cargas de los demás. Ayúdame a saber lo que es tener descanso al llevar un yugo adicional, Tu yugo, el yugo de la humanidad. Ayúdame a sentir lo que es tener paz al llevar una nueva preocupación, Tu preocupación, la preocupación del amor universal. Ayúdame a aprender lo que es transfigurarse en la oración por los demás; tener el rostro resplandeciente como la luz, y la vestidura blanca y resplandeciente. 4 MOMENTOS EN EL MONTE. Mis cadenas serán lazos de compasión por los cuales pasaré al corazón del mundo, y cuando haya llegado al corazón del mundo, las cadenas caerán; mi cautiverio será revertido cuando haya orado por mis amigos cautivos.
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