Viene del 29-4-2020 29 del Abril de 2020
UNA PALABRA DEL TRADUCTOR
"...y a pedido de Melanchthon, escribió el presente relato de sus expe-
riencias ...
El manuscrito, redactado en latín, no llegó entonces a imprimirse,
y hoy sólo quedan dos ejemplares: uno completo, en la Biblioteca del Vaticano,
y otro mutilado, en la del Gimnasio de Altona.
"MAS MEMORIAS DE FRANCISCO DE ENZINAS
Traducción del francés por ADAM F. SOSA
1 Edición Febrero de 1944
Buenos Aires Argentina
Magdalena de la Cruz
Mas os relataré una cosa que os maravillará mucho más, sucedida hace algún tiempo en una ciudad de España que llaman Sanlúcar, no lejos de Híspala. Habitaba allí un imaginero de Brabante, llamado Roch, excelente obrero en su arte y hombre muy honrado. Ahora bien, como hubiera adquirido un pequeño conocimiento de la verdadera religión, le desagradaba mucho su oficio, y desistió por lo tanto de hacer imágenes para la idolatría y la superstición, y sólo hacía algunas excelentes, en las que se podía ver algún rasgo de su arte. Un día había hecho una imagen de la virgen, en madera, de notable artificio, y la tenía en su tienda expuesta para la venta.
Uno de los inquisidores, que pasaba por casualidad, la vió y le preguntó cuánto quería por ella. El imaginero le dijo el precio. El inquisidor le ofreció la mitad. El otro le dijo que si la entregaba por ese precio no ganaría ni el agua para beber. El inquisidor dijo que no le pagaría más, y que de todos modos la tendría.
"—La tendréis — le dijo el imaginero — si pagáis un precio razonable ; de otro modo, la romperé antes que entregárosla por el precio que ofrecéis—.
—"Rompedla, para ver" — dijo el inquisidor.
Entonces Roch tomó la primera herramienta que encontró, y la lanzó contra su obra de suerte que le rompió un poco la cara. Sin más fue llevado a la cárcel, como si hubiera cometido algún gran crimen.
"—¿Qué? — decía — ¿no tengo derecho de deshacer y rehacer mi obra como quiera? No me gustaba así y quise hacerla de otro modo.—
Mas no hicieron lugar a lo que alegaba, ni se le quiso oír.
Tres días después fué llevado al suplicio, para ser quemado como hereje, porque había herido a la virgen María.
Entonces, cuando estaba por entrar en el fuego, preguntó en alta voz si no había allí algún flamenco. Algunos que estaban presentes respondieron que sí, y que en el puerto había dos navios que no esperaban más que viento para zarpar para Flandes, por lo cual, si quería mandar alguna cosa, que lo dijera francamente, que ellos cumplirían fielmente todo lo que les dijera. "Nada más — dijo él — que anunciéis a mi padre, que vive en Amberes, que he sido quemado en esta ciudad, pero nada más que por lo que habéis oído."
Así fué quemado ese pobre hombre.
Y para que no creáis que es una fábula lo que os digo, yo mismo he buscado diligentemente en Amberes, porque la cosa me parecía muy extraña, si podía hallar alguna confirmación de esta historia, y si los maestros de ese oficio allá habían oído algo, y encontré al fin algunos parientes de Roch, que habían vivido con él en España y en Amberes, los cuales me aseguraron ser tal como lo habéis oído. Aun me dijeron que el padre de Roch había muerto de tristeza. Podría relatar un millón de ejemplos como éste, si no pensara que ya los habréis oído contar.
Así que es imposible que aquel que haya sido instituido en la verdadera religión pueda vivir allá sin estar en gran peligro.
Nadie osaría leer el Evangelio, nadie osaría proferir una sola palabra de la verdadera religión, sin que incontinenti fuera aprehendido.
No hay uno entre todos que sepa lo que quiere decir Evangelio, cuál es la redención que el Hijo de Dios ha realizado por nosotros, cuáles son sus beneficios, qué es remisión de pecados, qué es La justicia de la fe. Ellos adoran al Papa de Roma como a un Dios; Se han propuesto defender sus leyes, cualesquiera que sean, a sangre y fuego; piensan que no hay otra religión que la vida monástica, que llaman estado de perfección, y en todo el país reina en tal forma esta opinión errónea y perniciosa, que todos los conventos, que existen en gran número, apenas pueden contener todas esas bestias ociosas, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria la ganancia infame; las cuales, estando llena de maldad, piensan ganar con su vida ociosa, o mejor dicho, maliciosa, la eterna y bienaventurada
. Mientras tanto, ¡ Dios mío ! ¡ qué maldades se cometen bajo el pretexto de religión! Ciertamente si yo quisiera trazar un cuadro de una mínima parte de ellas, no alcanzaría todo este mes, es decir, dejando las horribles y ocultas que han acostumbrado hacer en sus cavernas más secretas, y di-ciendo solamente las que yo he visto, y que conozco de cierto.
Pero las dejaré todas y relataré solamente una que es tan conocida en España que todo el mundo habla de ella, y tan fresca que se podría probar por infinitos testigos que la han visto.
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