ALFABETO CRISTIANO
JUAN DE VALDES
QUE ENSEÑA EL VERDADERO CAMINO DE ADQUIRIR
LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO.
6-7- En Nápoles se dedicó cada vez más a los asuntos religiosos y contemplativos que tanto lo preocuparan en España. "De sus años en Nápoles, de sus años de apostolado, —dice Montesinos,— tenemos una impresión de conjunto, no detalles, pequeños hechos; vemos a Valdés como en reflejo. Los informes contemporáneos o poco posteriores no nos dicen lo que pasó por él, sino lo que valió y cómo era" ( 4) . Valdés se encontraba rodeado de muchas personas que buscaban afanosamente la paz interior. "Vino a confortarlos con palabras sencillas, alentadoras. Todo el negocio cristiano, —les decía,— consiste Cs) Ibid., XXIli. (*) Ibid., XXVII. JUAN DE VALDES 7
en confiar, creer y amar. A consolarlos y edificarlos dedicó ya toda su vida.
En los seis años que median entre 1535 y 1541 Valdés escribió incesantemente:, pías consideraciones, traducciones de libros bíblicos, doctos trabajos de exégesis. Escribió . . . para un círculo determinado
. . . No eran libros los que escribía, sino, en estricto sentido, ejercicios espirituales, incitaciones a una completa renovación interior, a un renacimiento espiritual" (5)
Aquel círculo determinado consistía en personas distinguidas y aristocráticas que se destacaban por su inteligencia y su sensibilidad.
Además de la señora Julia de Gonzaga, con quien sostuvo la conversación registrada en el Alfabeto cristiano, figuraban entre ellas los predicadores Pedro Mártir, Vermilio, y Bernardino Ochino.
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