HONRA DEL MUNDO ES NUESTRO MAYOR ENEMIGO ESPIRITUAL
Gloria de los hombres no recibo.-Evangelio de San Juan 5:41-43
Yo no busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. No busco quedar bien con los hombres. ¡Si yo quisiera quedar bien con los hombres, ya no sería un siervo de Cristo!.Galatas 1.10
ALFABETO CRISTIANO
JUAN DE VALDES
QUE ENSEÑA EL VERDADERO CAMINO DE ADQUIRIR
LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO
136-140
Examen de noche
ValdÉS. — También quiero, Señora, de vos esto: que ninguna noche os durmáis sin examinar antes en qué obras, en qué palabras y en qué pensamientos habéis gastado aquel día, comenzando de la mañana y continuando hasta la noche; y examinando, así las cosas pequeñas como las grandes, porque quien se deja vencer en las cosas pequeñas, mejor se dejará vencer en las grandes. Y quiero que por el tiempo mal gastado y mal empleado, os reprendáis a vos misma, de todo corazón, conociendo, en verdad, haber sido causa de esto vuestra mala inclinación, y proponiendo de tener al otro día más cuidado y más vigilancia sobre vos; y quiero que por el bien gastado déis gracias a Dios, conociendo
EXAMEN DE NOCHE 137
verdaderamente que lo que hay de bueno en vos, es don de Dios, y lo que hay de malo, es de vuestro caudal.
Y cuando fuese posible hacer este examen con una persona espiritual, el fruto sería, sin duda, mucho mayor; pero me contento con que lo hagáis sola con vos. Y porque todavía a las buenas obras muchas veces nos movemos, no puramente por Cristo, sino por algunos designios y contentamientos de nuestra sensualidad, de tal manera que no nos lleva a ellas el amor de Dios, sino el amor propio, quiero, señora, que aun de las que os parecieren buenas obras, sospechéis, y que con esta sospecha las examinéis muy bien, porque, si fuese posible, querría que a todas ellas os movieseis pura y sinceramente por amor de Dios; y creedme que está tan internado este malvado del amor propio que en todas las cosas quiere su parte. Y por eso no querría que os contentaseis con cortarle, sino deseo que tan de raíz le arranquéis de vuestro corazón, que de ningún modo vuelva a crecer. Quiero más: que siempre que hablareis con alguna persona espiritual, la comuniquéis y déís parte de todas las
cosas que os pasaren por la fantasía, y de todos vuestros pensamientos; porque si la persona es tal, os sabrá decir sobre cada cosa tales palabras que vos quedaréis muy satisfecha y muy contenta. Y quiero también que a todas las personas espirituales que conversaren con ves, les déis licencia de que, sin vos pedírselo, os digan lo que sintieren y conocieren de vos, en vuestras palabras y vuestras obras. Antes, quiero que no solamente les déis licencia para esto, sino que les roguéis y les encarguéis mucho que así lo hagan. Y sabed de cierto que de esto sentiréis un maravilloso fruto espiritual. Ultimamente quiero, Señora, que de tantos en tantos días refresquéis en vuestra memoria la imagen e idea de la perfección cristiana, de la manera que aquí la hemos pintado, y que poniéndola de una parte, y poniendo de la otra lo que en este camino cristiano hubiereis ganado, consideréis bien cuán de cerca, o cuan de lejos, os halláis de aquella imagen de perfección; y hallándoos lejos quiero, que con un ímpetu amoroso y con una eficaz confianza, os volváis a Cristo crucificado y le digáis con el corazón: "¡Ah, Cristo Jesús, Dios y Señor mío! Inspira, inspira, Señor mío, en mi alma el viento del Espíritu Santo, tan eficazmente que con maravilloso ímpetu la lleve sin pararse, hasta que enteramente se halle toda transformada en esta perfección cristiana, que tengo delante de mis ojos."
Este es, Señora, el Libro en el cual deseo, que vos continuamente leáis, porque en él aprenderéis más en un día que en todos cuantos hay en el mundo podríais aprender en cien años. Antes digo, que todo lo bueno que está escrito, en tanto se gusta y entiende, en cuanto el ánimo de aquel que lee, está dispuesto de este modo; tanto que aun la sagrada Escritura es veneno para el ánimo que no tiene esta humilde disposición, la cual deseo que vos tengáis, antes quiero que totalmente la tengáis, pues que me habéis prometido que si yo os pongo en un camino secreto, por el cual vayáis a Dios sin ser vista del mundo, caminaréis por él. Y si el que yo os he mostrado no es de esta calidad, soy contento que no me cumpláis vuestra palabra.
Julia. — Antes, me parece tan secreto, que en él no hallo otra dificultad mayor que el secreto; no porque no me parezca muy bueno, ni porque yo tenga otra voluntad de la que tenía antes de caminar por él, sino porque es tan recóndito que como no le hallo el modo ni le veo con los ojos del cuerpo, no sé si acertaré a caminar por él.
Honra del mundo
VALDÉS. — Si no halláis el modo, es porque todavía no habéis comenzado a caminar por él. Comenzad, y veréis si le halláis el modo. Y si no lo veis con los
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