VIIl CARTA DE SAN JERÓNIMO
A ROMANA MARCELA,
241-24232
Preciosa instantánea jeronimiana. Metido hasta los codos en su trabajo bíblico, no tiene más que unos minutos, muy contados minutos, para dictar una carta a su cara Marcela.
Con ésta, en su palacio monasterio del Aventino, vive también su madre Albina, a la que ·el maestro dirige los más cumplidos comedimientos, que diría López Cuesta. El dato es de alto interés.
· Fecha: 384.
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AD MARCELLAM
l. Ut tam paruarn epistulam scriberem causae duplicis fuit: quod et tabellarius festinabat, et ego alio opere detentus hoc quasi parergio me occupare nolui. Quaeras quidnam illud sit tam grande, tam necessarium -quo epistolicae confabulationis munus exclusum sit. Iam pridem cum uoluminibus Hebraeorum editionem Aquilae confero, ne quid forsitan propter odium Christi synagoga mutauerit et, ut arnicae menti fatear, quae ad nostram fidern pertineant roborandam plura repperio. Nunc iam Prophetis, Salomone, Psalterio Regnorumque libris examussim recensetis, Exo-durn teneo quem illi ele smoth uocant, ad Leuiticum transiturus. Vides igitur, quod nullum officium huic operi praeponendum est. Attamen, ne Currentius forte . noster frustra cucurrerit, duas epistulas, quas ad sororem tuam Paularn eiusque pignus Eustochium miseram, huic .sermunculo adnexui, ut dum illa legis et in his aliquid doctrinae pariter ac ]eporis inueneris, putes tibi quoque scripta esse quae scripta sunt . 2. Albinam, communem .matrern ualere cu¡,io-de corpore loquor, quin spiritu ualeat non ignorans-eamque per te salutari obsecro, et duplici pietatis officio focilari, quo .in una atque eadem christiana simul diligatur et rnater.
A MARCELA
Doble es la causa de que te escriba tan breve carta. La primera, que el tabelario o cartero tiene mucha prisa, y la otra, que estoy yo mismo ocupado en otro trabajo y no quiero distraerme con este menester accesorio.
Acaso preguntes qué tan grande y tan necesario trabajo sea ése que excluye el regalo de la conversación epistolar.
Ya hace tiempo que estoy colacionando la edición de Aquila con los rollos de los hebreos, para ver si la sinagoga, por odio contra Cristo, ha cambiado algo y, lo confieso a un alma amiga, hallo mucha materia para fortalecer nuestra fe.
Ya tengo hecha con toda exactitud la recensión de los profetas, Salomón, el Salterio y los libros de los Reinos; llevo entre manos el Exodo, que ellos llaman ele smoth, y voy a pasar al Levítico. Y a ves, pues, que ningún deber puede anteponerse a este trabajo. Sin embargo, no quiero que nuestro Currencio (¿Tráfico, circulación de moneda?) corra acaso en balde, y así te mando adjuntas con esta breve charla dos cartas que he escrito a tu hermana Paula y a su hija Eustoquia; si las lees y en ellas encuentras alguna chispa de doctrina y elegancia, piensa que también para ti ha sido escrito lo que he escrito.
2. Mis votos de buena salud para nuestra común madre Albina-salud, digo, de su cuerpo, pues no ignoro que se encuentra muy bien de espíritu-. Te ruego la saludes de mi parte y la confortes por doble deber de piedad, porque en una y misma persona amamos a par a la cristiana y a la madre.
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