martes, 15 de octubre de 2024

EL LOBO QUE BUSCÓ A JESUCRISTO * MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS *

Sábado, 26 de febrero de 2022

EL LOBO QUE BUSCÓ A JESUCRISTO - MI HISTORIA DE LOS DIAS SABADOS

PARTE II

MI HISTORIA DE LOS DÍAS SABADOS 

  Por.  Un apasionado por la historia huehueteca/Autor del Blog

quién se inspira en su gran amor por su ciudad natal

QUIÉN DEDICA ESTA HISTORIA  AL PADRE ETERNO, A MI SALVADOR JESUCRISTO Y AL ESPIRITU SANTO

CUENTOS DE LOBOS

A LA LUZ DE LA LUNA,

EN UNA NOCHE DE FOGATA

 

 Estanislao termina su relato, y a su vez cede el tiempo a Felipe.

 — ¡Gracias! — dice Felipe—Tío Daniel habló sobre  “El llamado de la Especie”, Estanislao nos contó  acerca de “San Francisco  apacigua al ferocísimo lobo de Agubio”, mi relato lo titularé

 “EL LOBO QUE BUSCÓ AL MESÍAS”

Había una vez un lobezno muy inquieto e inteligente, llamado “peludito” quien dijo a su abuelita.

    —Abuelita, cuéntame un cuento antes de dormir—

 —“Mijito”  te contare que un lobo antepasado nuestro, dejó escritas en su libro de memorias, el siguiente relato: Un día muy caluroso iba recorriendo las ardientes arenas del desierto de Israel, en el año 30 D.C.  Iba tan hambriento y con ganas de cazar, que subido en lo alto de una roca, estaba a punto de atacar a un camello.

 Le llamó la atención, que ese camello no era como los demás, con más atención examinó a su presa, y vino a darse cuenta, que en realidad era un hombre, que estaba cubierto con una piel de camello.

 Este hombre era nada menos que Juan el Bautista, el enviado del Mesías.

 El lobo muy curioso, se agazapó tras unos arbustos y rocas, donde  estuvo  un tiempo, le llamó mucho la atención que este ser extraño vestido como un camello, comiese un puñado de grillos (Chapulines o langostas)

 El lobo no sabía si reír, o reflexionar por  la extraña conducta en este hombre.

 Mientras tanto iban llegando multitud de hombres y mujeres, que escuchaban atentamente al profeta.

 Este abriendo su boca, les decía:

¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!—

 El lobo se retiró a su cueva.

 Mucha gente de Jerusalén, Judea y  sus  alrededores,  llegaba confesando sus pecados, y después Juan los bautizaba en las aguas del río Jordán.

 Otro día, el lobo se acercó cautelosamente y como siempre muy escondido, vio con sus propios ojos amarillentos, cuando un hombre se acercó a Juan y solicitó ser bautizado en el río Jordan.

  Jesús fue de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan, para que este lo bautizara.

 Al principio Juan quería impedírselo, y le dijo:

 –Yo debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

 Jesús le contestó: –Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo ante Dios. Entonces Juan consintió.

En cuanto Jesús fue bautizado y salió del agua, el cielo se le abrió y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma.

Se oyó entonces una voz del cielo, que decía: 'Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.

El lobo no salía de su asombro al ver una blanquísima paloma viniéndose a posar sobre los hombros del ser que estaba en el agua.

Unos días después el lobo andaba merodeando cerca de una granja.

 Vio en un corral unas suculentas gallinas y unas ovejas bien alimentadas, el hocico se le hizo agua, y ni lerdo ni perezoso, decidió robarlas.

 Al escuchar el alboroto producido, el granjero salió armado con su arco y disparó una flecha al lobo.

 La flecha se hundió en una anca del animal, pero el lobo con el miedo  corrió velozmente  a su madriguera.

 Pasaron unos días y la herida se infectó gravemente. El dolor era insoportable; era cuestión de pocos días o quizás horas y ya sería demasiado tarde para su vida.

 El lobo se recordó entonces de la escena vista en el río Jordán, acerca del hombre en cuyos hombros  habíase posado una hermosa paloma blanca,  y  la voz de trueno del cielo que decía que él era  el hijo de Dios.

 El lobo sintió en su corazón que si llegaba ante ese ser Divino, sus problemas y dolores, se solucionarían.

 Con mucho dolor en su cuerpo, arrastróse esa noche de luna brillante, pasó por arbustos y zacatales, por piedras y precipicios.

 

Encontró a quien buscaba; Jesús de Nazareth estaba meditando en medio de la noche en la sabiduría de los Salmos.

Meditaba en voz  alta en el pasaje  que está escrito

Los montes altos son para las cabras, y en las peñas se esconden los tejones.

Hiciste la luna para medir el tiempo; el sol sabe cuándo debe ocultarse.

 Tiendes el manto oscuro de la noche, y entonces salen los animales del bosque.

 Los leones rugen por la víctima; piden que Dios les dé su comida.

Pero al salir el sol, se van y se acuestan en sus cuevas.

Entonces sale el hombre a su labor y trabaja hasta la noche.

¡Cuántas cosas has hecho, Señor! Todas las hiciste con sabiduría; ¡la tierra está llena de todo lo que has creado! “Salmo 104  -Citas de la Biblia Dios Habla Hoy

 El lobo vió asombrado que muchos seres más brillantes que la luz del sol al mediodía, y armados de espadas luminosas de fuego, hacían guardia alrededor de la persona de Jesucristo.

 El lobo asustado, dejó escapar  un aullido  estremecedor de dolor, un alarido estremecedor bajo la luz de la luna

 El hombre santo, el  Mesías Divino, el Hijo del Dios Altísimo, dirigió su mirada tierna y compasiva hacia los ojos dorados del lobo, y abriendo su boca, le dijo:

 — ¡No temas! ¡Sé quién eres!,  se cuál es tu dolor, y que quieres; Yo soy tu creador, te hice con amor, a tí y a todo lo que existe, Ven a mí

 El lobo se acercó llorando, como el niño que busca el consuelo de su padre.

 Jesucristo, con mucho amor  y cuidado; con sus manos perfectas arrancó la punta de la flecha.

 Al instante la herida cerró y sanó de forma milagrosa, luego con sus manos acarició la cabeza y el pecho del lobo.

 El lobo agradecido de encontrase con su creador, lloraba, inclinaba la cabeza y se echaba a los pies del Mesías.

Esa noche el lobo se quedó a unos cuantos metros donde estaba Jesús, y durmió  la mejor noche de su existencia. Al otro día se alejó de allí.

 Así terminó su narrativa, nuestro amigo Felipe el escritor.

 Después de esto, siguieron otras actividades en esa noche de fogata, y al filo de la medianoche , todos regresaron a sus hogares.

Este cuento fue inspirado en el pasaje que dice:

“ Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto.

 Allí estuvo cuarenta días, viviendo entre las fieras y siendo puesto a prueba por Satanás; y los ángeles le servían. “

Citas de la Biblia Dios Habla Hoy

 

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