HISTORIA, PROGRESO Y SUPRESIÓN DE LA REFORMA EN ESPAÑA
SIGLO XVI.
THOMAS McCRIE,
D. D. PAUL T. JONES, AGENTE EDITORIAL. 1842
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A pesar de la ocupación que dio al clero , la supresión de los Caballeros Templarios y el cisma de los antipapas, la persecución de los albigenses rara vez se relajó durante el siglo XIV. Apenas pasaba un año en el que muchos no fueran bárbaramente conducidos a la hoguera.* Entre los que fueron condenados por herejía en este período, estaba Arnaldo de Villanueva en Aragón, un célebre médico y químico. Enseñó que todo el pueblo cristiano había sido, por la astucia del diablo, apartado de la verdad, y no retenía nada más que la apariencia del culto eclesiástico, que mantenían por fuerza de la costumbre; que los que vivían en claustros se arrojaban por caridad, y que las órdenes religiosas en general falsificaban la doctrina de Cristo; que no es una obra de caridad dotar capillas para celebrar misas de difuntos; que aquellos que dedicaban su dinero a este propósito, en lugar de proveer a los pobres, y especialmente a los pobres que pertenecen a Cristo, se exponían a la condenación; que los oficios de misericordia y medicina son más aceptables a la Deidad que el sacrificio del altar; y que Dios es alabado en la eucaristía no por las manos del sacerdote, sino por la boca del comulgante.
Siendo tales sus sentimientos declarados, no debemos sorprendernos de que estuviera condenado a expiar su temeridad sufriendo el fuego, del que se salvó huyendo de su país natal y refugiándose con Fernando, rey de Sicilia.
*Llorente, i. 8085. t Antonii Biblia. Hisp. Vetus. rasgado. ii. pag. 112 119. Nicerón, Mem. des Homines Illustres, desgarrado, xxxiv. pag. 82. Arnaldo es celebrado entre los que buscaron la piedra filosofal en los siguientes versos de la Libro del oro, antiguo poema adscrito a Alfonso X. de Castilla, apellidado El Sabio: Pero los modernos que le sucedieron, Entre ellos Ranaldo da todos nombrados Camino non dessa, y tan alombrado Que ascuras se veen los que no lo vieron. Sánchez, Colección de Poesías Castellanas, i. pag. 166. t Bulaei Hist. Univ. París, IV. pag. 121. MSS. por Arnald en Biblioteca Cottoniana: Rodríguez de Castro, Bibl. Español, ii. 743, 474. Antonio, Bibl. Hisp. Vet. ii. 114.
REFORMA EN ESPAÑA. 39
A Arnaldo podemos agregar un escritor del siglo siguiente, Raimonde de Sebonde, autor de un tratado sobre teología natural, que fue acusado de herejía por afirmar que todas las verdades salvadoras están contenidas y claramente propuestas en las sagradas Escrituras. *
De 1412 a 1425, un gran número de personas que albergaban los sentimientos de los valdenses fueron entregadas a las llamas por los inquisidores de Valentia, Rosellón y Mallorca.
Parece que los seguidores de Wickliffe habían emigrado a la Península;En 1441, los inquisidores de Aragón y Valencia reconciliaron a algunos de ellos con la Iglesia y condenaron a otros al fuego como herejes obstinados.
Si podemos confiar en los analistas monásticos, España también fue visitada en este período por los begardos, una secta fanática que las corrupciones de la iglesia y la ignorancia de la época habían generado en Alemania y otras partes de Europa. Pero esto es incierto, ya que era común que el clero aplicara este y otros nombres similares a los Vaudois, con la intención de incitando el odio contra ellos y justificando sus propias crueldades. En 1350, se nos cuenta, se inició una dura inquisición en Valencia contra los begardos, cuyo líder fue condenado a prisión perpetua y los huesos de muchos de sus discípulos fueron desenterrados. arriba y entregado a las llamas; y en 1442 se encontró que se habían multiplicado en Durango, ciudad de Vizcaya, y en la diócesis de Calahorra. Alfonso de Mella, franciscano y hermano del obispo de Zamora, que después fue investido con la púrpura, habiendo incurrió en la sospecha de estar a la cabeza de este grupo, huyó, junto con sus compañeros, a los moros, entre los cuales "murió miserablemente en Granada, siendo atravesado con juncos; un ejemplo, (dice el biógrafo de su hermano) digno de ser registrado, de la variedad de asuntos humanos, y las disposiciones opuestas de las personas que yacen en el mismo útero."J Sobre la solicitud a Juan II, rey
* La Theologia Naturalis de Sebonde ha recibido la aprobación de Montaigne y Grocio; y, lo que no es menos elogio, la censura del Index Expurgatorius. (Pellicer, Ensayo, pág. 15 18. Cave, Hist. Liter. Append, pág. 104.) t Dr. Michael Geddes s Miscellaneous Tracts, vol. i. pág. 559. Llorente, i. 92,93. I Antonii Eibl Hisp. Vet. torn. ii. pág. 286. Mariana, lib. xxi. cap. 17.
de Castilla, se envió una banda de mosqueteros reales a recorrer las montañas de Vizcaya y los distritos más altos de Castilla la Vieja, quienes ahuyentaron a los herejes como ganado ante ellos y los entregaron a los inquisidores, por quienes fueron entregados a las llamas en Santo Domingo de la Calzada y Valladolid.*
Así fueron los albigenses, después de una persecución bárbara e implacable de dos siglos, exterminados en España, con la excepción de unos pocos, que lograron ocultarse en las partes más remotas e inaccesibles del país, y en un período posterior, proporcionaron ocasionalmente una víctima dispersa a los familiares de la in quisición, cuando se saciaron con la sangre de judíos y moriscos.
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