sábado, 28 de septiembre de 2024

¿QUE ESTOY APRENDIENDO AL PERCIBIR ESTO?

¿QUE ESTOY APRENDIENDO AL PERCIBIR  ESTO?

Por el autor del blog

El día martes, 17 de Septiembre de  2024, estaba en  mi lugar de trabajo.

Eran una tarde soleada. Creo que eran las 2.30 de la tarde.

Como yo sentía demasiado calor, traté de pensar en algo agradable, para que  mi mente creyese que estaba en un lugar agradable.

En ese instante, mis pensamientos volaron hacía  una lectura, que siempre me ha fascinado.

Imaginaba o recordaba acerca de la ciudad de Santa Fe, en la California del siglo XIX.

Recordaba la lectura que la describía como una ciudad  polvorienta y calurosa durante el día. Y por eso mismo los habitantes  procuraban no salir de día.

Al caer la noche, los vecinos del lugar, alegraban  el ambiente de la misma. Las tiendas o tabernas se iluminaban con luz, y  se  escuchaban el canto y las guitarras de las preciosas muchachas españolas.

“Pero también narraban historias mara­villosas de barras de plata y monedas de oro; de minas de turquesas, y de cueros primorosamente labrados. Describían la ciudad hecha enteramente de adobe e impregnada por el aroma del incienso de pino y la música de las campanas. Habla­ban, además, de la fascinación ejercida por la melódica lengua española y la gracia de las mujeres.”

Recordaba en ese instante acerca de las grande monedas de  plata que rodaron hacia la calle, cuando un comerciante “gringo”, abrió de un tajo de cuchillo, el bolso de cuero donde  guardaba la ganancia vendiendo sartenes, olas, cuchillo de caza, etc.

Eran estas mis reflexiones, en el lugar de trabajo y así de esta forma procuraba  suavizar mi caluroso entorno.

Siendo ya la una de la madrugada del día miércoles 18 de Septiembre, , abrí mi blog para publicar nuevas entradas.

Como una de mis mayores satisfacciones, es ver que algunas entradas han sido visitadas, pero máS aún, es mi propio deleite al reencontrarme con lecturas que a veces he olvido y que vienen a refrescar mi alma como agua fresca y a brindarme estimulo y sensaciones agradables.

Pongo por ejemplo, que  hace mas de una semana, leí esta entrada, (olvidada en mi pensamiento en ese momento) , pero al recorrer mi vista y pensamiento estas líneas, sentí que mis entrañas se conmovieron y  mis lagrimas fluyeron libremente.

Me impactaban demasiado las palabras:

“ “He venido buscando la luz”

y entonces coloco su mano sobre la mía y dijo: Le ruego con todo mi corazón no me conduzca al error. Pertenezco a un pueblo mantenido en la oscuridad. Por favor, dígame. ¿Es esta la autentica Palabra de Dios?”

Al  leer y experimentar esas sensaciones, todo dolor o problemas, tristeza, etc,   que pudiera haber, se desvanece y da paso a una extraordinaria sensación depaz y seguridad.

Igualmente siento lo mismo, y renace  mi fe con intensidad y  glorioso fulgor, cuando  vuelo a leer, las entradas de la “Busqueda Final”, especialmente en los pasajes cuando el protagonista dialoga con el águila, y siente  que escalofríos recorren su cuerpo, cuando el águila , escudriña con su mirada, percibe  sus pensamiento, y como  vuela y se posa en las altas rocas, etc.

Siguiendo con la relación del día 17 de septiembre, decía que al abril el blog, a eso de la una d ela madrugada, de la noche,encontré que alguien había  visto la entrada

“LA TROCHA DE SANTA FE”

¿A que hora, leyó alguien esta entrada?

¿Fue en ese momento de la tarde aue alguien lo hizo’

¿Fue en un horario más tarde o noche que una persona leyó eso en mi blog?

¿Casualidad, creo que no es, porque  ya he comprobado varias veces, que cuando viene a mi mete una lectura “especial” del blog, en realidad alguien ha leído o abierto dicha publicación en ese mismo dia.

¿Coincidencia o algo más?

¿Qué estoy aprendiendo o desarrollando con estas situaciones?

“Pero también narraban historias mara­villosas de barras de plata y monedas de oro; de minas de turquesas, y de cueros primorosamente labrados. Describían la ciudad hecha enteramente de adobe e impregnada por el aroma del incienso de pino y la música de las campanas. Habla­ban, además, de la fascinación ejercida por la melódica lengua española y la gracia de las mujeres.”

 En torno a la plaza se apiñaba la pe­queña ciudad que la cal y la mica hacían resplandecer de blancura. Tal vez pare­ciese cálida y polvorienta durante el día, o lánguida a la hora de la siesta. Pero, cuando llegaba la noche, Santa Fe se ani­maba y embellecía. Las puertas se abrían en las estrechas callejuelas, dejando esca­par la luz anaranjada de las velas y la música de bien tañidas guitarras que guiaban a los barbudos extranjeros en la búsqueda de sus placeres preferidos. Las mesas de monte esperaban a los jugado­res; los fandangos a los bailarines. No faltaban mujeres a quienes enamorar; y los hogares de las familias aristocráticas acogían a los yanquis refinados, sirvién­doles manjares en vajilla de plata y rega­lándoles con delicados vinos.

Cuando la gente se hubo congregado en torno suyo, abrió de un tajo los pelle­jos que traía en su carro, dejando que las onzas de oro españolas de que venían llenos rodasen en chorro a la calle. Los vecinos de Franklin se quedaron con la boca abierta. En aquel tiempo, la moneda metálica escaseaba en los Estados Unidos. La gran mayoría de los negocios se hacían en papel moneda, cuyo poder adquisitivo flotaba a merced de las brisas económicas.

La población de Franklin no desperdi­ció la oportunidad. Todo el que tenía un dólar corrió a invertirlo en mercaderías. Una joven invirtió 90 dólares en artícu­los, y poco después recibía de su hermano 900 dólares en monedas de oro

Cada una de las circunstancias que vivía con los rusos estaban llenas de poesía y de profundo significado.

 Una hermana que difundía el Evangelio en las estaciones del ferrocarril, dio mi dirección a un oficial que demostró interés.

Una tarde llego a mi casa. Era un teniente ruso, alto y de buen parecer.

Le pregunte: “¿En que puedo servirle?”

Me contesto: “He venido buscando la luz”

Comencé a leerle las partes mas esenciales de las Sagradas Escrituras y entonces coloco su mano sobre la mía y dijo: “Le ruego con todo mi corazón no me conduzca al error. Pertenezco a un pueblo mantenido en la oscuridad. Por favor, dígame. ¿Es esta la autentica Palabra de Dios? Le asegure que si era. Me escucho por horas – y acepto al Señor Jesús como su Salvador.

En materia de religión no hay nada de superficial en los rusos. Ya sea que luchen en contra de ella o estén a su favor, buscando a Cristo, ponen siempre toda su alma en ello.

Cuando la gente se hubo congregado en torno suyo, abrió de un tajo los pelle­jos que traía en su carro, dejando que las onzas de oro españolas de que venían llenos rodasen en chorro a la calle. Los vecinos de Franklin se quedaron con la boca abierta. En aquel tiempo, la moneda metálica escaseaba en los Estados Unidos. La gran mayoría de los negocios se hacían en papel moneda, cuyo poder adquisitivo flotaba a merced de las brisas económicas.

La población de Franklin no desperdi­ció la oportunidad. Todo el que tenía un dólar corrió a invertirlo en mercaderías. Una joven invirtió 90 dólares en artícu­los, y poco después recibía de su hermano 900 dólares en monedas de oro

En torno a la plaza se apiñaba la pe­queña ciudad que la cal y la mica hacían resplandecer de blancura. Tal vez pare­ciese cálida y polvorienta durante el día, o lánguida a la hora de la siesta. Pero, cuando llegaba la noche, Santa Fe se ani­maba y embellecía. Las puertas se abrían en las estrechas callejuelas, dejando esca­par la luz anaranjada de las velas y la música de bien tañidas guitarras que guiaban a los barbudos extranjeros en la búsqueda de sus placeres preferidos. Las mesas de monte esperaban a los jugado­res; los fandangos a los bailarines. No faltaban mujeres a quienes enamorar; y los hogares de las familias aristocráticas acogían a los yanquis refinados, sirvién­doles manjares en vajilla de plata y rega­lándoles con delicados vinos.

  Miércoles, 10 de julio de 2024

A MI MENTE VIENEN…

A MI MENTE VIENEN

4.47 A.M Miércoles, 10 de julio de 2024.

Hace unos días, quizás  el  lunes recién pasado,  o ayer por la mañana, vinieron 2  o 3 veces a mi mente el siguiente concepto o pensamiento: “¡Traten uste­des de equilibrar cualquier cuerpo de ese tamaño sobre un área no ma­yor que las plantas de los dos pies.”

En estos momentos que publicaré nuevas entradas en este blog, al leer la lista de los títulos visitados, encuentro que alguien visito la entrada “Soy el pie de Juan 1970”.

En esa entrada aparece el siguiente párrafo” “¡Traten uste­des de equilibrar cualquier cuerpo de ese tamaño sobre un área no ma­yor que las plantas de los dos pies.”

En anteriores meses, me ha sucedido esto, de que viene a mi mente algún pasaje o concepto, un día antes, y luego veo que alguien ha visto esa entrada del blog.

Hará cosa de unos 3 días, que a mi mente acuden unas palabras que me están auxiliándome  extraordinariamente, y que son:

“Iluminame, con tu Santo Espíritu, dijo el  doctor,( o Juez)…” (Este concepto aparece en una entrad que recuerdo se titula luz en el tribunal”

ORACIÓN del día 10 de Julio del año del Señor Jesucristo del 2024.

Señor, “Ilumíname con tu Santo Espíritu”…Amado Rey Jesucristo, perdóname  en todo lo que te haya ofendido, Crea en  mi un corazón nuevo….

Mi alma está apegada a ti….Puedo pasar en medio de un batallón.

Ayudame a pensar en ti, amarte todo el día, a respetar tu “Palabra”.

Se tú mi fortaleza, mi pronto auxilio…

Se tú mi nutrición, mi alto refugio, mi medicina, y mi contentamiento…

Ayudame a no olvidarme de ti….

 

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