DOM 15 DE SEP DE 2024-
INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA ESPAÑOLA
EN LA REPÚBLICA AMERICANA
DE GUATEMALA
FREDERICK CROWE
LONDRES, 1850
267-271
La principal fiesta eclesiástica anual es la del "Corpus Christi" (el cuerpo de Cristo), que se celebra alrededor del mes de junio. En esta ocasión se realiza una imitación profana de la muerte y resurrección de nuestro Señor, y durante varios días sucesivos se llevan a cabo procesiones y desfiles.
En cada pueblo y ciudad se erigen altares, adornados alegre o ricamente con imágenes, jarrones, flores artificiales y espejos, en las esquinas de las calles y de las plazas públicas. Estos suelen estar conectados por caminos cubiertos
268 EL EVANGELIO EN CENTROAMÉRICA
. o glorietas arqueadas, decoradas con el exuberante verdor peculiar del país. El punto principal de la diversión consiste en una competencia por el supuesto cuerpo de nuestro Señor, llevada a cabo entre judíos, moros y demonios (con sus caras ennegrecidas), por un lado; y por otro lado, las tres Marías, los doce Apóstoles y una compañía de ángeles, que, personificados por personas vivas (a menudo niños del coro disfrazados apropiadamente), o representados por imágenes decoradas, pueden verse volando por las calles en persecución, luchando entre sí y retozando, para gran diversión de los espectadores y para el deleite especial de los niños pequeños.
Todos finalmente se unen en buena armonía y marchan con los sacerdotes, estandartes sagrados, crucifijos, velas de cera, imágenes de los santos y otra parafernalia, sucedidos por tropas con una banda militar y seguidos por la multitud.
Así avanzan a lo largo del camino endosado de altar en altar, en cada uno de los cuales se canta una misa corta. De los balcones enrejados de cada casa cuelgan grandes mantos escarlata y banderines de un blanco puro intercalados con la bandera nacional. Dentro de los amplios ventanales hay grupos de ciudadanos ricos y sus familias, que se arrodillan devotamente cuando se acerca la procesión. Otros, en una posición menos favorable, se reúnen en grupos en las esquinas de las calles que se cruzan. Éstos también adoran mientras pasa el cortejo sacerdotal; y las damas, vestidas con ricos terciopelos y costosos encajes, no son las últimas en levantar sus vestidos y arrodillarse sobre el pavimento ante este espectáculo de marionetas a la vez pomposo y ridículo.*
********** " El día señalado para la festividad, las tiendas están cerradas y los negocios suspendidos. A eso de las diez en punto comienza la procesión desde la catedral. Una tropa de militares, marchando a un ritmo lento, encabeza la marcha; y son seguidas por seis de las mejores muchachas indias que se pueden conseguir, portando grandes velas de cera y vestidas con los trajes antiguos de sus tribus, acompañadas por el gran tambor, llevado en la espalda de un indio, y tocado por otros dos.
A estos les siguen hombres que llevan en sus hombros plataformas de madera, sobre las que se colocan imágenes de santos. Siguen otras representaciones de cardenales y obispos beatificados, escoltados por ángeles con las alas abiertas.
Luego sigue una inmensa estatua de San Pedro, que lleva las llaves y está sostenida por ángeles a cada lado. Otras imágenes pasan adelante en sucesión, e inmediatamente preceden a la Hostia, que es llevada bajo un espléndido dosel, y acompañada por el arzobispo y el clero digno. Las diversas órdenes de frailes, los sacerdotes y los estudiantes universitarios, con sus hábitos, los siguen; y nuevas imágenes de santos y ángeles, con una nueva tropa de militares, cierran la retaguardia. . . . La salida y el regreso a la catedral se notifican mediante frecuentes descargas de cohetes". Dunn's Guatemala, p. 114. Los ángeles colosales están vestidos con satenes, etc., de una manera muy llamativa, de modo que se parecen mucho a bailarinas de ballet. Esta buena obra la llevan a cabo damas de rango, que gastan grandes sumas en vestir al hombre desnudo, aunque sea para salvar su propio crédito, ya que estos ángeles indigentes son conocidos mientras dura la fiesta por los nombres de sus respectivas cajas doradas ***********
DIVERSIONES RELIGIOSAS — ESCENA NOCTURNA. 269
Se llevan a cabo exhibiciones similares, con diversas variaciones en cuanto a circunstancias, en diferentes momentos, pero que ocurren con frecuencia durante el año. A diferencia de las anteriores, se limitan en su mayoría a uno o dos días, como se indicó anteriormente, y todas tienen el acompañamiento infalible de cohetes y repique de campanas. A veces, una gran exhibición de fuegos artificiales por la noche concluye la "fiesta". El lugar designado, generalmente una gran plaza, presenta entonces mucho el aspecto de una feria al aire libre, y las multitudes reunidas atraen a los vendedores de refrescos, &«. También suele haber algunos puestos erigidos a expensas de la iglesia, y decorados con una imitación muy primitiva de escenografía teatral. Alrededor de estos, la multitud que espera se reúne hasta que se baja el telón y se presentan a la vista ciertas personas grotescamente disfrazadas y pintadas o enmascaradas (generalmente, sin embargo, se limitan a un hombre y una mujer), quienes inmediatamente comienzan a repetir de manera torpe un diálogo, probablemente indicado por un sacerdote nativo, en el que se discuten los méritos de algún santo en particular con excesivo elogio. A veces esto se hace en verso que no siempre supera la mediocridad, y puede ser que se tome nota de algún evento político pasajero. Estas exhibiciones se llaman "Loas", de loar , alabanza, o "Sainetes", un nombre dado a los dramas sagrados. El diálogo generalmente termina pronto, y la multitud boquiabierta, compuesta por miles de indios morenos y ladinos, zambos y mulatos de colores más oscuros o más claros, intercalados con doñas y dons blancos, se vuelve hacia la exhibición más animada y menos dañina de fuegos artificiales. La procesión de mal gusto, con sus altos estandartes, etc., avanza lentamente entre innumerables luces, y las bandas militares prestan sus encantos a una escena que está bien calculada para intoxicar la mente y engañar a un pueblo ignorante, o incluso a sus mismos gobernantes mejor instruidos.
Pero la voz de la conciencia interior a veces debe hablar y testificar que todo esto es vanidad, y que, política y religiosamente, no es más que un medio de engaño y una insignia de servidumbre.
La misma luna en el firmamento puro, cuando brilla plácidamente y claramente, o lucha hacia arriba entre las nubes blancas como la nieve, entra en una protesta digna contra la escena ruidosa y frívola de abajo. En tales ocasiones, el gran Creador no se deja a Sí mismo sin un testigo; porque, aunque todo lo demás careciera de importancia, "los cielos declaran la gloria de Dios", y aunque el lenguaje de los cuerpos celestes es poco escuchado, "sus palabras llegan hasta el fin del mundo", y su testimonio incansable no puede ser pervertido. También hay una imitación profana del Salvador montado en un asno, el Domingo de Ramos, y muchas otras observancias similares de días y eventos. Pero además de estas ocasiones más establecidas, hay constantemente jubileos y misiones recurrentes en diferentes iglesias parroquiales, o las procesiones de monjas en algunos de los conventos, y otros pretextos ocasionales para ceremonias, con su consiguiente ociosidad y disipación. Solo en tales momentos, y en ciertos domingos específicos, hay alguna predicación, que se limita a un lugar a la vez, y generalmente reúne a algunas de las clases ricas. Los oradores se esfuerzan por producir panegíricos extravagantes y adulación grosera del santo en particular cuyo día es, y dispensan libremente predicaciones infundadas Leyendas del más descabellado carácter, mezcladas con hechos distorsionados de las Escrituras y tradiciones inciertas. Las diversas iglesias se turnan para exhibir la hostia consagrada sobre el altar mayor el domingo por la tarde, lo que, debidamente anunciado en los almanaques, así como por el estruendo de muchas campanas y el agudo estampido de los cohetes, es ocasión de una velada de descanso, y da la oportunidad de saludar a conocidos. Es común oír a personas decir: "Vamos a visitar a Nuestro Amo" (nuestro Maestro), refiriéndose a la hostia, y habiendo doblado la rodilla ante el altar, se retiran afuera y caminan o conversan con otros que han hecho lo mismo.
Las misiones, que son predicaciones de los monjes o emisarios de la Propaganda, están dirigidas más particularmente a los groseramente criminales, y el tema en el que más se insiste es el arrepentimiento, o más bien la penitencia. El resultado a veces es que se reúne una multitud de penitentes profesantes, que frecuentemente incluye a los mismos individuos año tras año; y son llevados descalzos en una especie de procesión triunfal liderada por sus maestros, llevando sobre sus hombros pesadas cruces de madera o grandes piedras, con las que ascienden alguna eminencia y exhiben de otra manera su meritoria contrición y poderes de resistencia. No son pocas las ocasiones domésticas para ceremonias y fiestas religiosas.
Los bautizos se convierten en ocasión de mucha ostentación e indulgencia. Los padrinos, que según su sexo son llamados padrinos y madrinas, contraen un tipo singular de relación, que se considera indisoluble y más fuerte que la consanguinidad en sí.
Según el derecho canónico, se les impide casarse entre sí. Por lo tanto, se les permite la familiaridad de parientes cercanos, y siempre se designan mutuamente Compadre y Comadre.
En realidad, se los considera una especie de tutores del niño por el que se comprometen a responder; pero en un sentido temporal. Si el niño se vuelve huérfano, casi universalmente lo tomarán como suyo. Si es rico, se espera que le hagan regalos generosos. Cualquier otra obligación es puramente nominal o imaginaria. La confirmación, con singular consistencia, se confiere o practica aquí a infantes, o al menos a niños pequeños. De hecho, puede hacerse en cualquier momento después del bautizo que los padres consideren oportuno para llevar a su descendencia al obispo y dar los honorarios y ofrendas habituales, en los que una gran vela de cera, más o menos refinada y ornamentada, según el rango del oferente, ocupa un lugar destacado. Esto por sí solo es una fuente considerable de ingresos para la Catedral, ya que las mismas velas, cuando se acumulan, se vuelven a vender a las personas que comercian con ellas, quienes las revenden y las vuelven a comprar a la Iglesia, de modo que sugiere la idea de una circulación perpetua de velas de cera sin encender, pero que probablemente se encienden al final y al menos se consumen parcialmente en alguna procesión o funeral. La primera comunión, los matrimonios y los funerales, se acompañan aquí de casi los mismos ritos y observancias religiosas que en otros países papistas
. El matrimonio civil ha sido instituido por ley, pero muy pocos han tenido el coraje moral de valerse de él, ya que generalmente es visto con malos ojos. Los casos que han ocurrido son casi exclusivamente los de extranjeros, en su mayoría protestantes —que se mueven en los círculos superiores—que se han casado con mujeres nativas. Cuando el gobierno servil ha estado en el poder, ha sido imposible aprovechar las disposiciones liberales de la ley, y el único recurso de las personas en esa situación ha sido contraer matrimonio bajo los auspicios de algún otro país, haciendo que la ceremonia sea realizada y registrada en la oficina consular por su representante nacional( es decir de ese país) . Ya han surgido grandes inconvenientes por la falta de una regla de acción decidida y permanente a este respecto. Se sabe que algunos protestantes nominales (= es decir protestantes solo de nombre) profesan el romanismo para obviar las dificultades, algunos en los rangos más bajos de la sociedad han vivido en el completo descuido de un matrimonio reconocido, a otros de más principios se les ha prohibido casarse con un nativo, y algunas mujeres nativas han sufrido materialmente por su unión con extranjeros dignos que se negaron a apostatar.( = es decir no aceptaron casarse por el católicismo)
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