EVANG. EN C.A. 210-214

INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA ESPAÑOLA

EN LA  REPÚBLICA AMERICANA

DE GUATEMALA

FREDERICK CROWE

LONDRES, 1850

210-214

 

210 EL EVANGELIO EN CENTROAMÉRICA. El capitán Henderson, oficial de la guarnición de Belice, cuya obra ya se ha citado, fue honrado con una misión especial a la costa en 1804, cuyo objeto, según su propia exhibición, era transportar en la goleta Huntress "una variedad de presentes ordenados por el gobierno para los jefes de la nación Mosquito". No dice en qué consistían, pero los distribuyó en un asentamiento en la laguna de Caratasca el 9 de octubre, donde el general Robinson y su personal fueron a recibirlos. "El general, así como la mayoría de sus asistentes, que eran numerosos, estaban vestidos con uniformes británicos, con charreteras, espada, faja, etc." La poca información que comunica sobre su historia es significativa y sugerente. *' El difunto rey, Jorge, fue asesinado, y su muerte se atribuyó a los designios de su hermano, el príncipe Esteban. El primero estaba inalterablemente apegado a los ingleses; el segundo, se dice con seguridad, ha sido seducido por el soborno* hacia intereses muy opuestos, y con los cuales había intentado contagiar diligentemente a sus compatriotas. Los planes del príncipe Esteban, sin embargo, han tenido poco éxito; esto se debe principalmente a la vigilancia incesante y activa del general Robinson, una de las personas más importantes de la familia real, y que se las arregla para preservar un rastro de regencia hasta que el hijo y *****

los comerciantes y habitantes de Belice. Al llegar a la iglesia, la banda comenzó a tocar: *Dios salve al Rey/ Al entrar, todos estábamos sentados en bancos. La galería había sido reservada para damas admitidas con boleto o invitación. El servicio no fue muy largo. El sermón predicado fue de: 'Por mí reinan los reyes y los príncipes decretan justicia'. El sermón terminado, el sacerdote fue a la mesa de comunión y leyó. El general estaba de pie al otro lado de la mesa, el rey, vestido como un mayor británico, al frente, se llevó a cabo la ceremonia de unción. (Aquí el Sr. Dunn nos informa que el rey se pasó la mano repetidamente por su espeso cabello y, aplicándose los dedos a la nariz, de manera expresiva indicó su deleite por esta parte del servicio). Después de lo cual se le colocó la corona en la cabeza y, a una señal preconvenida dada por el mayor Baldwin, se disparó un saludo desde el fuerte. Después, Lord Nelson, Lord Rodney y no sé cuántos lores más, fueron recibidos en la iglesia visible por aspersión - ¡pobres criaturas! - el ministro agradeció a Dios que por esta ordenanza fueran regenerados y hechos parte del cuerpo de Cristo. ¡Es una preocupación terrible! Juraron lealtad a su jefe; y, cuando el ministro lo pronunció como rey, los señores Mosquito gritaron: «¡Dios salve al rey Roberto!». . . Tuve una conversación con el rey, quien observó: «Quiero salir pronto esta noche». Le pregunté: *¿Por qué? 'Porque no quiero emborracharme; si lo hago, me enfermaré. Me han dicho que le gusta mucho hacer esto de vez en cuando. Es un hombre pequeño, de unos 30 años, supongo. Fue educado en Jamaica». * La misión del escritor era hacer regalos.****

 DINASTÍA WAIKNA. 211

El heredero del difunto rey alcanzará la mayoría de edad para asumir la función de gobierno. El actual Rey [1804, probablemente el rey Roberto, que posteriormente fue coronado como ya se ha relatado] es sólo un joven, y hace algunos años fue enviado a Jamaica para ser educado bajo la dirección y guía del gobernador de esa isla."* Hace unos doce años, o quizás un año o dos antes, Federico Guillermo, un hijo del Rey Roberto, reinó en la Costa bajo protección británica. Él también había sido educado y coronado en Jamaica, y era un visitante ocasional en Belice, donde un niño suyo era el juguete de la familia y los visitantes de la casa de gobierno, en cuyas terrazas solía jugar y tomar el sol, o dormir a la sombra como cualquier otra mascota. El rey Federico Guillermo recibió un secretario inglés y una pensión para permitirle mantener su dignidad. Murió por las consecuencias de una intoxicación habitual antes de 1825, a principios de ese año su pequeño hijo, todavía un niño, fue coronado rey por el difunto obispo Lipscombe, que vino de Jamaica a Belice en un buque de guerra con ese propósito. En esta ocasión, tuvo lugar una ceremonia similar a la que había tenido lugar veinte años antes, seguida de un banquete algo similar en el mismo salón de clases, durante el cual el joven rey estaba ocupado en el patio de abajo, en la diversión más agradable de hacer girar graciosamente su peonza real. f Se ha mencionado en un capítulo anterior, que una violenta toma de la isla de Ruatan por parte del comandante en jefe de

 **** Relato del capitán Henderson, pág. 2:20. + Lo siguiente es de un periódico estadounidense. Está fechado en Hull, TJ. S., 2 de septiembre de 1849: — " El capitán Mudge, que llegó a este puerto desde Honduras la semana pasada, en su barco Nancy, informa que tuvo una entrevista, antes de zarpar, con Su Majestad el Rey de los Mosquitos. Su Majestad llevaba un espléndido sombrero de tres picos y una faja roja, y tenía grandes espuelas doradas abrochadas alrededor de sus tobillos; pero lamento decir que el resto estaba, como dicen los pintores, sin ropa. Sin embargo, debemos tener en cuenta la diferencia de costumbres y clima. Su Majestad, que no debe tener más de veinte años, estaba ligeramente borracho. Su séquito estaba formado por un tamborilero tuerto y dos caballeros con pífanos, uno de los cuales actuó como intérprete. El Rey de los Mosquitos recibió a Skipper Mudge sentado en un barril de whisky vacío. Hizo un gesto al capitán para que se sentara en el suelo o donde quisiera". El escritor continúa describiendo los demás procedimientos de la entrevista, en cuyo transcurso, al provocarse la risa de Su Majestad, el barril rodó bajo sus pies y cayó al suelo. Este es el monarca cuya coronación en Jamaica figuraba en las estimaciones del año pasado (en inglés).— Nonconformist, 20 de diciembre de 1849. % Véase la página 133.***

212 EL EVANGELIO EN CENTROAMERICA. La guarnición de Belice se llevó a cabo en 1830, y que por queja de las autoridades federales el acto fue oficialmente desautorizado por nuestro gobierno. A pesar de esto, fue tomada nuevamente en 1841 por el coronel Alexander Mac- Donald, C.B., entonces Superintendente de Su Majestad en Honduras Británica, quien se dirigió allí con algunos oficiales y hombres en la goleta del gobierno, un pequeño yate; y al encontrar, como esperaban, sólo unos pocos habitantes bajo el cuidado de un sargento y cuatro o cinco soldados indios pertenecientes al estado de Honduras, arriaron la bandera de la república desde un pequeño asta de señales e izaron la de Gran Bretaña en su lugar. Apenas se habían embarcado de nuevo, cuando tuvieron la mortificación de ver que la Union Jack había sido reemplazada por las rayas azules y blancas de Honduras, que habían sido sustituidas poco antes, y al regresar una vez más completaron la ignominiosa revolución tomando las precauciones y lanzando las amenazas que creyeron necesarias. Desde este acto de anexión, la isla ha estado bajo control británico y un número considerable de colonos se han establecido en ella. Pero las conquistas territoriales del coronel MacDonald, un veterano de muchas campañas y un sobreviviente de la matanza de Waterloo, no se detuvieron aquí; durante el mismo año, se dirigió al puerto de San Juan del Norte en la Costa Mosquito en la fragata Tweed de Su Majestad, según parece, con el mero propósito de mantener viva la reclamación británica; aunque bajo la cobertura de un pretexto relativo a los límites de los territorios del rey de Waikna. En esta ocasión, el héroe británico tomó prisionero al coronel Quijano, comandante nicaragüense del puerto, quien fue llevado en el Tweed y sometido a indignidades personales antes de ser desembarcado a una distancia considerable de su residencia oficial. "Esta farsa", dijo el Sr. Dunlop, "no parecía compatible con la dignidad de un oficial británico, gobernador de un asentamiento". Cuánto más infame debe parecerle al lector cuando se la contrasta con la dignidad moral que debe corresponder a una nación en circunstancias como las de Gran Bretaña, y con la rectitud que debe caracterizar a un pueblo que con justicia se jacta de la posesión preeminente de la palabra de Dios. Después de este evento, el Protectorado de Waikna, en nombre del cual se cometió el ultraje al coronel Quijano, asumió un aspecto más decidido. Una Junta de Comisionados de la Costa Mosquito DIPLOMACIA CONSULAR. 213 se formó en Belice por orden del gobierno local. Estaba compuesto por una selección de funcionarios civiles y eclesiásticos del estado, y era casi idéntico al Honorable Consejo Ejecutivo. El dinero público que normalmente se dedicaba al mantenimiento de la influencia británica en la costa se confió a su administración, pero esta organización duró muy poco. Poco después se estableció un agente o residente británico en Blewfield's, un asentamiento a menos de sesenta millas del río San Juan, se asignó a los mosquitanos una bandera nacional que difiere muy poco de la Union Jack, nuestro gobierno inició en su nombre una disputa por límites extendidos en cada extremo de sus territorios y posteriormente se libraron algunos enfrentamientos insignificantes en ambos extremos de la costa Como auxiliar indirecto de estos movimientos, se instituyó un bloqueo del río San Juan del Norte bajo el pretexto de una deuda, pues el estado de Nicaragua no había pagado su parte del préstamo contraído en Inglaterra bajo la Federación*, que incluso cuando se añadía a algunas otras deudas contraídas con súbditos británicos constituía una cantidad insignificante. Patrick Walker, Esq., ex secretario privado del coronel MacDonald, como agente del cónsul general de Su Majestad Británica en Mosquito Shore, dirigió una carta descortés a las autoridades del estado de Nicaragua, fechada en la "Residencia del Cónsul General de Su Majestad Británica, Blewfields, Mosquito Shore, 1 de septiembre de 1847", en la que exige perentoriamente la liberación de un residente extranjero que estaba encarcelado y que, según se confesaba, no era súbdito británico. Dice: "Al adoptar medidas extremas contra el señor Barnel, ha provocado sobre su gobierno el resentimiento de una de las naciones más poderosas del mundo; una nación la más sensible ante el menor insulto infligido a sus súbditos, por el cual, si resulta que ha sido injustamente infligido, exigirá una amplia indemnización". Agrega para concluir: "Es apropiado que le informe, ya que difícilmente se le haya informado de otra manera, que el Sr. Chatjield, Cónsul General de Su Majestad en América Central, ha recibido instrucciones para señalar a los estados de América Central los • ***Este préstamo se contrató originalmente con la casa Barclay, Herring, Richardson and Co. de Londres, en el año 1825. Entonces ascendía a 7.142.857 dólares, o menos de un millón y medio de libras esterlinas. 214 EL EVANGELIO EN AMERICA CENTRAL. límites que el gobierno británico está decidido a mantener como derecho del rey de los Mosquitos, y que esos límites comprenden el río San Juan*

A esta intención declarada de ocupar su único puerto atlántico, el gobierno del estado respondió "con una protesta firme y bien fundada, fechada en Managua, el 23 de septiembre de 1847, en la que se queja de que una tribu, sin forma reconocida de gobierno, sin civilización y completamente abandonada a la vida salvaje, es repentinamente utilizada por la ilustrada Inglaterra con el propósito de plantar uno de sus pies en la costa atlántica del estado; o más bien, con el propósito de tomar posesión del puerto para la comunicación entre Europa, América y Asia, y otros países importantes, en el punto donde el gran canal oceánico es más practicable;" y, además, que esto se había hecho "en un momento en que Nicaragua se preparaba para saldar sus obligaciones en relación con la deuda que tenía con Gran Bretaña". El gobierno local también alzó su voz y pidió a los demás estados que apoyaran la inviolabilidad de su territorio. Al mismo tiempo, se dirigió respetuosamente al señor John Foster, vicecónsul británico en Nicaragua, en una carta en la que se expresaba una duda sobre la ejecución de esta amenaza. Principalmente porque no habría estado precedida por las formalidades que las naciones siempre observan. Y se le recuerda que, con la pérdida de este puerto y, en consecuencia, de los principales ingresos del estado, que surgen de los derechos sobre su comercio de importación y exportación, "se vería privado de uno de los principales recursos en los que confía para pagar la deuda que tiene con Gran Bretaña, un acuerdo que se estaba negociando entonces con el vicecónsul".