INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA ESPAÑOLA
EN LA REPÚBLICA AMERICANA
DE GUATEMALA
FREDERICK CROWE
LONDRES, 1850
313-318
En el Istmo de Tehuantepec, que se divide entre los Estados mexicanos de Oaxaca y Veracruz, se ha proyectado también un camino y hasta un canal para comunicar el río Coatzacoalcos con algunas lagunas pequeñas y pantanosas de la costa del Pacífico. Aquí, la anchura total desde el Golfo de México hasta el Pacífico es de casi 140 millas terrestres, y el costo de una comunicación fluvial, calculado sobre el del canal de Caledonia, que se toma como modelo, se estima por el autor en 2.400.000 libras esterlinas. El Gobierno mexicano, por decreto del 2 de marzo de 1842, concedió a Don José de Garay el privilegio exclusivo de ejecutar esta obra con derecho a peaje por cincuenta años, y la propiedad de todos los territorios no ocupados que se extendieran por más de *.Del Times, citado por el Nonconformist June ,26, 1850.**
. treinta millas a cada lado de la línea de comunicación.
La legislatura mexicana también dispuso que el tránsito debería estar abierto a todas las naciones, y que todo el paso debería considerarse territorio neutral. Se realizó un estudio entre los años 1842 y 1843 por una comisión científica designada por el proyectista y bajo la dirección de Don Gaetano Moro, un informe del cual se publicó en Londres en junio de 1844.*
El general Almonte y otros partidos en México solicitaron recientemente al congreso mexicano que les diera una carta de incorporación para permitirles conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico por medio de un ferrocarril que comenzaría en Veracruz, y que se llevaría de allí a la capital en quince años, y al Pacífico en diez años más, f A lo que el senado mexicano ya ha respondido con un decreto para su construcción. £ Así, parece que no menos de cuatro líneas de comunicación entre los dos océanos han sido proyectadas, y dos de ellas, al menos, están actualmente en proceso de formación.
Estos proyectos ya han despertado cierto grado de interés en favor de América Central, y difícilmente puede cuestionarse que ese interés aumentará considerablemente dentro de poco.
La condición política y moral del país ya aumenta en importancia, a los ojos del estadista, el comerciante y el mundano; las evoluciones de los estados, que durante años se han investigado sólo en cambio, y que rara vez fueron notadas por la prensa periódica, ahora ocupan su seria atención.
El cristiano tiene motivos más altos y poderosos que lo inducirán a considerar la situación y las necesidades de sus habitantes; no se puede esperar que su conocimiento y sentimientos produzcan menos resultados que la empresa del buscador de oro.
En abril pasado, la guerra de razas en Yucatán, que había cesado por un tiempo y que, se esperaba, había terminado, fue reiniciada por los indios, quienes aparentemente estaban decididos a continuarla con renovada actividad.
Benancio Pec, uno de los líderes nativos, dirigió una carta al Honduras Watchman, fechada en Cacao, el 14 de marzo de 1850, y publicada en ese periódico el 11 de mayo, en la que habla de una reunión que tuvo con el Superintendente de Belice el 23 de noviembre anterior en el puerto de Ascensión, donde, por tratados, se le hizo esperar una intervención británica para
* Survey of the Isthmus of Tehuantepec. Londres, Ackerman & Co. 1844. f The Times, 28 de abril de 1850. X New York Tribune, 29 de mayo de 1850.**
TRATADO ENTRE GRAN BRETAÑA Y GUATEMALA. 315
lograr una reconciliación con el Gobierno y una suspensión de hostilidades por cuatro meses. El mediador británico había prometido entonces enviar una goleta, en tres semanas, para trasladar al jefe indio a donde pudiera ratificar dicha transacción con los comisionados del Gobierno.
Benancio Pec había ordenado el cese de las hostilidades por parte de los indios y esperaba, con varios oficiales, en el lugar señalado a la goleta.
Aproximadamente un mes después de la fecha fijada, mientras él todavía estaba en el puerto, donde no había llegado ninguna goleta, las tropas del Gobierno atacaron su cuartel general, cometieron muchos excesos, mataron mujeres, ahorcaron niños y saquearon la propiedad del jefe por un valor de diez a once mil dólares.
Concluye su sencilla pero conmovedora protesta diciendo: "Todo esto lo he hecho saber al susodicho Superintendente hace más de dos meses [hace], y hasta ahora no he recibido respuesta. Así que supongo que vino simplemente con la intención de imponerse a mí; por esta razón le he dirigido esta carta, para hacérselo saber". Así pues, es evidente que la interferencia británica y el suministro de mosquetes y pólvora británicos desde Belice no han logrado la pacificación de la península.
. El comercio de Honduras Británica ha sufrido mucho por las recientes agitaciones en los estados situados al sur, así como en el país situado al norte de ella.
El 20 de febrero de 1849, el Sr. Chatfield, por parte de Gran Bretaña, negoció un tratado de paz, comercio y navegación, con Don José María Rodríguez por parte del Estado de Guatemala, entonces bajo la presidencia del general Mariano Paredes.* * **Comandante militar de tendencias liberales y de buena reputación. Esto fue antes del regreso del general Carrera de su huida a México y durante el breve intervalo de poder que entonces disfrutaban los liberales****
Este tratado declara la amistad mutua de los dos gobiernos, fija los límites de sus derechos comerciales, aduaneros y de tonelaje, etc., estipula la libertad, seguridad e igualdad de derechos de sus respectivos pueblos, los exime de préstamos forzosos o servicios militares, regula la posición de los agentes diplomáticos, la herencia de la propiedad, etc., y dispone que se dé aviso oportuno a los residentes en caso de guerra.
El artículo 13, después de definir la libertad civil de que gozarán respectivamente los ciudadanos de la República o los súbditos de la monarquía en los respectivos dominios, añade que "no serán molestados, ni inquietados en modo alguno por su credo religioso, ni en el debido ejercicio de su religión en sus propias casas o en los lugares de culto destinados a ese fin, conforme al sistema de tolerancia establecido en los territorios, dominios y establecimientos de las dos partes contratantes antes mencionadas, en cuanto respeten la religión de la nación en que residen, como también la constitución, leyes y costumbres establecidas".
A esto le sigue una disposición según la cual cada uno tendrá la libertad de enterrar a sus muertos en sus propios cementerios, que tendrá permiso para establecer libremente.
Por un decreto posterior del Gobierno de Guatemala, el puerto de Santo Tomás se constituye en el único puerto de depósito y aduana de ese Estado a partir del 15 de abril de 1850. Los funcionarios de ingresos debían ser trasladados a ese lugar desde Yzabal, en el Lago de Dulce, que hasta entonces había sido el puerto de depósito.
Santo Tomás es uno de los mejores puertos del continente americano, y durante varios años ha sido poblado por emigrantes belgas. Los colonos de este puerto están exentos de todas las contribuciones generales, directas e indirectas, y de todos los derechos sobre artículos de uso personal. Hasta ahora no se ha sabido nada de la evacuación real de Greytown o de la Isla Tigre; pero, por supuesto, es posible que se espere que esto ocurra en breve.
En el estado de Honduras, una insurrección, surgida a raíz de la toma de la Isla Tigre y encabezada por Guardiola, ha sido reprimida con éxito. Su líder, que huyó a San Salvador, ha sido desterrado, y otros fueron encarcelados y fusilados. Hay noticias de disturbios en los otros estados, y de que el general Carrera, difunto presidente y gobernante militar del estado de Guatemala, ha perdido la vida en un enfrentamiento guerrillero.
Cada correo sucesivo trae noticias de una guerra diplomática que el vicealmirante Phipps Hornby sigue llevando a cabo en la costa del Pacífico con los diversos estados republicanos, en la que el tono amenazador e insultante adoptado hasta ahora por los agentes británicos es respondido por una actitud moral tranquila y digna del lado más débil, que hace un gran honor a los gobernantes de los estados centrales. Sus respuestas respetuosas y firmes corroboran plenamente las declaraciones antes hechas en cuanto a su liberalidad general de sentimientos y su capacidad como estadistas.
Es probable que toda la fanfarronería con tanta libertad por parte del vicealmirante sea completamente desechada, ya que él
*** The Times, 2 de abril de 1850.***
también debe conocer pronto la política modificada de nuestro gobierno con respecto a estos países.
El acuerdo del tratado nicaragüense es muy prometedor, ya que respeta la paz y la prosperidad futuras de la república centroamericana, desmembrada desde hace mucho tiempo.
El tratado de paz entre Gran Bretaña y Guatemala también es alentador.
La muerte anunciada de Carrera, el difunto restaurador del poder servil y sacerdotal, es otro acontecimiento que parecería facilitar el establecimiento del orden y el buen gobierno, y la tan deseada reunificación de los cinco Estados bajo una sola cabeza federal.
El cese de las intrigas diplomáticas que se puede esperar que siga a la neutralidad reconocida de todos los caminos o canales que se puedan abrir a través de América Central, es en sí mismo lleno de ventajas y esperanza.
El interés que ahora se atribuye a América Central a causa de estas líneas de comunicación contempladas, es del más profundo tipo. La importancia de su influencia en todo el mundo no puede sobreestimarse. Está, hasta ahora, lejos de ser debidamente apreciada o generalmente entendida. "Desde el descubrimiento de América, nunca ha ocurrido un acontecimiento de igual importancia comercial que la construcción del canal marítimo nicaragüense."* New York Tribune, 30 de abril de 1850. ***
No sólo acortará a la mitad el paso de los buques que van desde Europa y los puertos atlánticos de América hasta las costas del Pacífico, sino que pondrá a la India, China, Australia, toda Asia oriental y Oceanía en el ámbito de un viaje de tres o cuatro meses desde los puertos occidentales de Europa, y acercará a las regiones más remotas de nuestro globo.
Los beneficios resultantes de un mayor intercambio y proximidad son las únicas ventajas que se pueden esperar. La seguridad de la vida y la propiedad aumentará enormemente, las penurias de miles de nuestros marineros se reducirán en una medida incalculable, pero, sobre todo, las facilidades para beneficiar a nuestros semejantes y evangelizar a toda la tierra se multiplicarán considerablemente.
Con su aumento, nuestras responsabilidades aumentarán. Los triunfos de la ciencia, el arte y la industria humana están destinados a promover el establecimiento del reino de los cielos. Incluso ahora podemos aprovecharlos, y pronto todos serán depositados a los pies del Rey Ungido del Cielo.
En poco tiempo, América Central debe convertirse en el gran portal interoceánico, el centro de distribución del mundo, el almacén de las naciones, la
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gran terminal del comercio y el lugar de paso de las multitudes atareadas que deambularán por la tierra en ese período que se acerca rápidamente cuando "muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará".
Los trabajos de unos pocos años, que datan del absorbente y emocionante presente, un período cargado del más intenso interés y responsabilidad para cada individuo que vive, pueden influir en las generaciones futuras en una medida que somos poco capaces de comprender, pero que podemos ser los medios para lograr de todos modos.
La afluencia de anglosajones a las diversas obras que están por realizarse será considerable. La cantidad de emigración que probablemente seguirá a América Central y a las costas del Pacífico es incalculable.
Una pequeña influencia ejercida a tiempo sobre aquellos de nuestros compatriotas que así se convertirán en fundadores de ciudades y de naciones, puede, con la bendición de Dios, producir una rica cosecha de bienes futuros. Una rápida ocupación de las regiones a las que se están dirigiendo, y de las mentes de los aborígenes y nativos que escasamente las pueblan, puede, con la misma bendición, evitar mucho daño, que de otra manera recibirían de sus visitantes no santificados.
La ocupación del suelo con el evangelio de la paz no puede sino ir seguida de las señales de la aprobación divina, y de bendiciones incalculables para los nativos, los inmigrantes y las generaciones futuras.
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